El Lago Epecuén vio nacer y morir a una ciudad entera en cuestión de 65 años. Está ubicado en Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires, y hasta la década de 1980 fue el punto turístico de Villa Epecuén, a 8 kilómetros de Carhué.
En 1985, por obras inconclusas, negligencia del gobierno provincial, lluvias torrenciales e inundaciones generalizadas en la provincia de Buenos Aires, el muro defensivo que aislaba a la Villa cedió. Así, toda la pequeña pero conocida localidad quedó inundada.
¿Por qué el Lago Epecuén es el "Mar Muerto" argentino?
El Lago Epecuén es conocido, entre otros cosas, por el seudónimo de "Mar Muerto" argentino. Esto se debe a que tiene altos niveles de salinidad, como el auténtico Mar Muerto ubicado en Asia, entre Jordania e Israel. Dato curioso: el cuerpo flota más fácil que en otros mares, ya que el agua posee más sal y, por lo tanto, una mayor densidad. De esta forma, el agua nos empuja hacia la superficie fácilmente.
Por ese motivo, y por tener aguas altamente mineralizadas con efectos positivos en la salud, el lago se volvió un punto turístico importante desde que se inauguró el primer balneario, en 1921.
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Villa Epecuén: ruinas turísticas que tienen vida
A la inundación de 1985 le siguió otra dos años después, sentenciando a Villa Epecuén a quedar bajo el agua durante más de quince años. No murió ninguno de sus habitantes, pero todos tuvieron que ser evacuados y perdieron sus casas.
Con el tiempo, el agua fue volviendo a sus cauces y la villa apareció nuevamente, mostrando las ruinas de las casas, edificios públicos y hoteles, las viejas calles y el dique que limitaba con el lago. Hoy, estas ruinas son patrimonio histórico provincial.