El café es una de las bebidas más elegidas en todo el mundo. En Argentina, es muy común encontrar una cafetera en cualquier hogar y resultaría extraño si un local gastronómico (bar, restaurante, comida al paso) no ofreciera, al menos, un cortado.
Con la bebida, por supuesto, vienen las costumbres. Una de las más extendidas es la de tomar un "cafecito" luego del almuerzo o cena, como un ritual sagrado que debe repetirse al final de cada comida. Sin embargo, sabemos que no todas las costumbres son sanas.
En Argentina, por ejemplo, nos resulta casi natural tomar café torrado, que es una de las peores formas de hacerlo: el grano está no solo quemado, sino que "bañado" una una capa de caramelo también quemado que le quita calidad al grano.
¿Qué pasa, entonces, cuando tomamos café después de las comidas? ¿Es una práctica sana o perjudica nuestra digestión? La respuesta, como siempre, varía según la situación.
La clave está en el hierro
La costumbre de tomar café después de una comida no tiene un origen claro. En algún momento desde que se descubrió su planta –allá por Etiopía (África) hace mil años– hasta la actualidad, la práctica se incorporó en el día a día.
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Lo cierto es que, por tratarse de una bebida, podría acompañar una comida en cualquier momento. Pero en Italia, por ejemplo, el mozo probablemente se infarte si una persona pide un café junto a un plato de pasta. Costumbres son costumbres.
Lo que hay que tener en cuenta, sin embargo, en todas las ocasiones, es el tipo de comida que ingerimos. Si se trataba de un alimento abundante en hierro, se recomienda esperar entre 60 y 90 minutos antes de tomar un café, ya que uno de sus componentes principales, los taninos, impiden la absorción del hierro y del zinc.
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¿Cuáles son los beneficios de tomar café después de las comidas?
Más allá de los beneficios que rodeen a este hábito, cada cuerpo es distinto. En algunos cae bien, y en otros no tanto, ya que puede incluso llegar a generarles reflujo. Sin embargo, si se recomienda tomar café después de las comidas, es porque principalmente ayuda en la digestión. Por fuera de ese momento, su ingesta general además es beneficiosa para:
- Mejorar la memoria.
- Generar antioxidantes.
- El funcionamiento de las arterias.
- Aumentar la sensación de saciedad.
