Rosa Fischer fue una gran defensora de los derechos de los docentes y se destacó por trabajar por una educación para la paz.
Nació en 1915 en San Cristóbal, provincia de Santa Fe. Estudió en la Escuela Normal de Rafaela con las hermanas Cossettini y se involucró en la corriente de la Escuela Nueva. Comenzó a ejercer la docencia en 1932. Y siempre mantuvo su convicción acerca de la educación como una herramienta que hace libres a los seres humanos.
Uno de los campos en los que Rosa Fischer se destacó fue en la defensa de los trabajadores de la educación. Hacia 1940 comenzó una intensa acción gremial, defendiendo los derechos de los maestros y la escuela pública. Así fue que logró reunir a los docentes en un único espacio, propiciando la unión de la Asociación del Magisterio Católico y de la Asociación del Magisterio de Santa Fe.
Más tarde, ingresó a la universidad Nacional del Litoral donde obtuvo el título de Educadora Sanitarista. Se especializó en esa área y comenzó a trabajar en la formación docente. Además, participó como asesora peagógica de la editorial Kapeluz.
Buscando nuevas formas de producir conocimiento, llevó adelante experiencias de periodismo escolar. Así, fomentaba la conformación de espacios donde los estudiantes pudiesen producir sus propias publicaciones. Por ejemplo, un diario o una revista les brindaba a los alumnos y alumnas la posibilidad de desempeñar distintos roles como editores, correctores, diagramadores, etc.
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Desde la década de 1980 concentró sus esfuerzos en trabajar por una educación para la paz a través de la defensa de los derechos humanos. Así fue que ocupó distintos cargos dentro de la UNESCO.
Una de sus frases destacadas decía: "La educación nos hace libres, termina con las ataduras que genera el desconocimiento". Falleció en el año 2010.
