En 1884, mientras Sarmiento se desempeñaba como director general del Consejo Nacional de Educación, el gobierno argentino sancionó la Ley 1420, que establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica para todos los habitantes del país, norma que es considerada como la base primordial del sistema educativo argentino. Otra de las figuras importantes en la aprobación de esta ley fue Juana Manso, quien luchó por una educación pública, popular y laica.
La ley 1420 se basa en tres pilares. En primer lugar, la gratuidad de la educación para no dejar fuera a ningún niño ni niña. La escuela tenía que estar al alcance de todos, fundamentalmente en un contexto donde la tasa de analfabetismo era muy elevada. Además, la alfabetización resultaba imprescindible para la formación ciudadana en el marco de un Estado nacional que estaba en sus primeros tiempos de conformación. La necesidad de formar un nuevo sujeto político luego de la finalización del modelo colonial. En segundo lugar, la obligatoriedad implicaba dotar de una base común a todos los sujetos que concurrieran a la escuela. La educación aparecía entonces como un derecho. El tercer elemento que caracteriza la ley es la laicidad, ya que la enseñanza religiosa debía dictarse fuera de horario de clase y por ministros de culto.
Hasta avanzado el siglo XX la ley 1420 resultó fundamental porque estableció la idea de la educación como un derecho y porque posibilitó el acceso a otros derechos a través de la educación.
La ley 1420, un avance importante para las mujeres
La ley 1420 también implicó un avance en la vida de las mujeres de la época quienes estaban relegadas al espacio doméstico. Y si bien las mujeres de las clases más acomodadas recibían educación, ésta se impartía en el terreno privado a través de tutores. “Hasta su promulgación, sólo accedían al conocimiento los varones de clases acomodadas, a cargo de la institución eclesiástica. Con la ley, se amplían las posibilidades de acceso a la educación, principalmente en la necesidad de formar las maestras argentinas que serían quienes ocupen el nuevo rol social”, explica Josefina Ganuza, profesora en letras, docente y autora, junto con Raquel Bedetti, del trabajo de investigación "Escuela y Movilidad Social: la Ley 1420 y el reposicionamiento de la mujer en el espacio público".
A partir de esta ley las mujeres comienzan a salir del espacio privado y a conquistar lugares en la vida pública a través fundamentalmente de la posibilidad de estudiar, formarse y obtener un trabajo remunerado. “La promulgación de la ley genera una ruptura hasta en el tejido social, habilitando espacios antes negados”, continúa Ganuza.