En el paisaje serrano de la provincia de Buenos Aires, a solo 20 kilómetros de Mar del Plata, se encuentra Sierra de los Padres, un rincón que mezcla tradición, cultura y naturaleza. Este poblado no solo atrae por su entorno verde y su vista panorámica al Atlántico, sino también por la riqueza de su historia.
Los orígenes de Sierra de los Padres
El nombre de la localidad se remonta a 1746, cuando los jesuitas exploraron la zona y bautizaron la laguna cercana como “Laguna de los Padres”. De allí nació la denominación que con el tiempo se expandió a la sierra y al poblado.
En el siglo XX, el área comenzó a urbanizarse y recibió a familias que buscaban un lugar de descanso en contacto con la naturaleza. Con el correr de los años se consolidó como un destino turístico, gracias a su proximidad con Mar del Plata y su oferta de actividades al aire libre.
Tres datos clave sobre Sierra de los Padres
- 1746: año en que los jesuitas dieron nombre a la zona.
- 20 km de Mar del Plata: la distancia que la convierte en una escapada ideal.
- Sociedad de Vecinos: institución fundada para preservar el entorno natural.
Sierra de los Padres hoy
Actualmente, Sierra de los Padres combina lo mejor de dos mundos: la tranquilidad serrana y la cercanía a la ciudad. Sus calles onduladas, rodeadas de pinos y eucaliptos, están llenas de almacenes de campo, restaurantes típicos y espacios culturales.
Uno de sus principales atractivos es el centro comercial de estilo pintoresco, que se convirtió en punto de encuentro para turistas y residentes. Además, el lugar es famoso por su producción de frutillas, que cada temporada convoca a visitantes de todo el país.
Un destino para disfrutar en todas las épocas del año
Más allá del verano, Sierra de los Padres ofrece propuestas durante todo el año: paseos por la reserva forestal, visitas a la Gruta de los Pañuelos —un sitio religioso muy concurrido—, cabalgatas, caminatas y actividades gastronómicas.
Por su combinación de historia, tradición y naturaleza, este pueblo serrano bonaerense se consolidó como un espacio único que sigue enamorando a quienes lo visitan.
