Newby-McMahon Building es una simple construcción de Texas, Estados Unidos, que hace más de un siglo se ganó el apodo al “rascacielos más pequeño del mundo”.
Con tan solo 12,2 metros de alto, nunca cumplió los requisitos para recibir esta denominación. Pero, con el paso de los años, el sobrenombre perduró y aún continúa presente.
Al día de hoy, el “rascacielos más pequeño del mundo” tiene más de 100 años y se convirtió en parte del centro histórico donde permanece en pie.
¿Cuál es la historia del “rascacielos más pequeño del mundo”?

El “rascacielos más pequeño del mundo”, que se encuentra en la calle La Salle del centro de Wichita Falls, un pueblo de Texas, Estados Unidos, surgió como un nuevo anexo de oficinas en 1919.
Esta nueva construcción se realizó para incrementar la capacidad de otro edificio del mismo nombre, en pie desde 1906. Y, aunque se utilizó con este fin, su edificación no estuvo exenta de polémicas.
Quienes estuvieron a cargo del proyecto, buscaron inversores mediante una estrategia problemática: indicaron las medidas de la futura torre en pulgadas, cuando lo frecuente es hacerlo en metros.
Mirá También

Gran Incendio de Toronto de 1904: ¿sabías que provocó la pérdida de 150 edificios históricos?
Entonces, mientras que los inversores esperaban que la nueva torre superara los 100 metros de altitud, los trabajadores siguieron las normas establecidas: construir un edificio de 12,2 metros de alto, 5,5 metros de profundidad y 3 metros de ancho.
Una vez que se estrenó, la historia mencionada trascendió. Es por eso que el diario “Ripley's Believe It or Not de Robert Ripley” decidió bautizarlo como el “rascacielos más pequeño del mundo” en 1920.
¿Qué ocurrió con el “rascacielos más pequeño del mundo” después de 1929?
Wichita Falls tuvo, en el pasado, un gran caudal de habitantes, que llegaron al sitio en el comienzo del siglo XX, motivados por la gran cantidad de yacimientos de petróleo que se descubrieron en la zona.
Así, el pueblo experimentó un gran crecimiento estructural que incluyó, entre otros proyectos, la edificación del “rascacielos más pequeño del mundo”. Y, si bien esta torre era una vergüenza para los habitantes por su polémica historia, se utilizó rápidamente como espacio de oficinas de dos empresas.
Esta actividad se interrumpió por completo en 1929, tras la Gran Depresión. Acto seguido, el lugar quedó abandonado y, años después, en 1931 sufrió un gran incendio.
Por fortuna, el sitio se reconstruyó con el objetivo de albergar otros negocios. Durante las décadas siguientes, sirvió como peluquería y café. Pero, una vez más, a mediados del siglo XX quedó en el olvido y se planeó su demolición en más de una oportunidad.
Contrario a lo que ocurrió en sus inicios, los nuevos habitantes de Wichita Falls se encariñaron con el “rascacielos más pequeño del mundo” y en todas las oportunidades reunieron firmas para evitar su destrucción.
De esta manera, la torre llegó al siglo XXI y continuó resistiendo todo tipo de adversidades. En 2003, como consecuencia de una tormenta, uno de sus muros se derrumbó. Finalmente, se reconstruyó en 2005.
¿Qué comercio se encuentra en el edificio actualmente?

A pesar del accidente más reciente, esta famosa torre de ladrillo rojo perduró. Así, en 2006 se convirtió en un concesionario de antigüedades. Sin embargo, desde 2013 y hasta la actualidad, resalta como un local de decoración de interiores.
Por lo tanto, además de recibir visitas por su relevancia histórica y turística, el “rascacielos más pequeño del mundo” aún conserva su faceta comercial.
