Flying Fish Cove es la capital y el principal asentamiento de la Isla de Navidad, un pequeño territorio externo de Australia ubicado en pleno océano Índico. A pesar de su condición de capital, la ciudad tiene una población muy reducida, que ronda los 1.600 habitantes, lo que la convierte en uno de los centros urbanos más pequeños del mundo.
El nombre de la ciudad se traduce como “Ensenada del Pez Volador”, un guiño a los peces que abundaban en sus aguas al momento de su fundación. Según los registros históricos, el asentamiento fue establecido en 1888, coincidiendo con el descubrimiento de ricos yacimientos de fosfato que marcaron su desarrollo inicial.
Flying Fish Cove y la Isla de Navidad
La Isla de Navidad es célebre por su biodiversidad y sus paisajes naturales. Rodeada de arrecifes de coral, selvas tropicales y acantilados, es un lugar en el que la naturaleza dicta las reglas. Allí ocurre uno de los espectáculos más llamativos del planeta: la migración anual de cangrejos rojos, que tiñen de color escarlata las calles y caminos al desplazarse en masa hacia el mar.
Flying Fish Cove, como capital, concentra los principales servicios de la isla: la administración local, el puerto y la mayor parte de la actividad económica vinculada al turismo y la pesca. Aunque es pequeña, funciona como puerta de entrada para visitantes que llegan en barco o en avión.
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Cómo visitar Flying Fish Cove
A pesar de su lejanía, Flying Fish Cove es accesible para quienes buscan destinos exóticos. Los vuelos parten desde Perth, en Australia, y llegan al aeropuerto de la Isla de Navidad, ubicado a pocos kilómetros de la capital. Desde allí, los viajeros pueden descubrir playas de arena blanca, aguas cristalinas ideales para el buceo y senderos que atraviesan bosques de gran riqueza ecológica.
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Datos curiosos de Flying Fish Cove
- Fundación: 1888, año en que se estableció como asentamiento oficial.
- Población: Aproximadamente 1.600 habitantes.
- Naturaleza: Es uno de los puntos estratégicos para observar la famosa migración de cangrejos rojos.
Una capital con un encanto único
Lejos de las grandes ciudades, Flying Fish Cove sorprende por su tranquilidad y su relación íntima con la naturaleza. Su nombre peculiar, su historia ligada a la colonización británica y su ubicación en medio del océano la convierten en un destino singular que, aunque diminuto, tiene un enorme atractivo para quienes buscan rincones diferentes del planeta.
