En el corazón de Europa, Budapest es conocida como la “capital mundial de las fuentes termales”. La ciudad se asienta sobre una falla geológica que le otorga un privilegio único: más de 100 manantiales y pozos de agua caliente, que han sido aprovechados desde tiempos romanos y otomanos para el descanso y la salud.
Hungría cuenta con alrededor de 1.500 fuentes termales repartidas por todo el país, y la mayoría están concentradas en Budapest. La tradición de los baños termales se ha mantenido viva durante siglos y hoy es una parte esencial de la cultura local y un gran atractivo turístico.
Budapest fuentes termales: historia y tradición
La costumbre de bañarse en aguas termales en Budapest comenzó con los romanos, quienes construyeron los primeros complejos termales. Más tarde, en el siglo XVI, el Imperio Otomano dejó su propia huella con los famosos baños turcos, muchos de los cuales siguen en funcionamiento.
Actualmente, algunos de los balnearios más reconocidos son:
- Baños Széchenyi: inaugurados en 1913, son uno de los complejos termales más grandes de Europa.
- Baños Gellért: famosos por su arquitectura art nouveau y sus mosaicos coloridos.
- Baños Rudas: con una cúpula del siglo XVI y un ambiente que mezcla historia y relajación.
Además de ser espacios para el bienestar físico, los baños termales de Budapest son puntos de encuentro social, donde locales y turistas comparten charlas, partidas de ajedrez y momentos de descanso.
Otras ciudades termales del mundo
Aunque Budapest lidera el ranking, hay otras ciudades conocidas por sus aguas termales:
- Bath (Reino Unido) – Famosa por sus termas romanas.
- Rotorua (Nueva Zelanda) – Reconocida por su actividad geotérmica.
- Aix-les-Bains (Francia) – Balneario histórico de la región de Saboya.
- Karlovy Vary (República Checa) – Conocida como Carlsbad, es famosa por sus fuentes minerales.
Un destino para todo el año
Visitar Budapest y disfrutar de sus aguas termales es posible en cualquier estación. En invierno, la experiencia de sumergirse en piscinas humeantes mientras la nieve cae alrededor es inolvidable. En verano, las instalaciones al aire libre permiten disfrutar del sol junto al agua.
Por su combinación de historia, arquitectura y bienestar, Budapest y sus fuentes termales se han convertido en un emblema cultural y turístico de Hungría, atrayendo a millones de visitantes cada año.
