El Sydney Harbour Bridge, conocido popularmente como el Coathanger (“el Perchero”), es uno de los íconos más reconocibles de Australia y una de las principales atracciones turísticas de Sídney. Con 134 metros de altura, 1.149 metros de largo y un arco de acero de gran envergadura, este puente es mucho más que una estructura vial: es una obra maestra de la ingeniería y una postal del país.
Se inauguró oficialmente el 19 de marzo de 1932, luego de ocho años de construcción. En su momento, se convirtió en el puente más ancho del mundo, y actualmente sigue siendo el puente de arco de acero más alto del planeta. Además de su relevancia funcional, su diseño simétrico y robusto lo ha consolidado como uno de los íconos visuales más importantes del país, junto con la Ópera de Sídney.
Ubicado sobre la bahía de Sídney, conecta el centro financiero de la ciudad (CBD) con la costa norte, y es utilizado diariamente por autos, trenes, bicicletas y peatones.
¿Cómo se puede escalar el Sydney Harbour Bridge?
Una de las curiosidades más llamativas del Sydney Harbour Bridge es que es uno de los pocos puentes del mundo que se pueden escalar. Desde 1998, existe una experiencia llamada BridgeClimb, que permite a los visitantes —con arnés y equipo de seguridad— llegar a la cima del arco principal.
El recorrido completo dura unas 3 horas y media, y se puede realizar en distintos horarios del día, incluso al amanecer o al atardecer, lo que ofrece vistas espectaculares de la ciudad, la bahía, la Ópera y el océano.
La experiencia no requiere preparación atlética previa, y está guiada por expertos que además comparten la historia y las curiosidades del puente durante la travesía. Es una actividad ideal para quienes buscan aventura, cultura y una postal inolvidable.
Tres datos clave sobre el Sydney Harbour Bridge
- Altura: 134 metros desde el nivel del agua hasta el punto más alto del arco.
- Inauguración: 19 de marzo de 1932.
- Tránsito diario: Más de 150.000 vehículos cruzan el puente cada día.
Una atracción que une historia y modernidad
Además de ser un atractivo turístico, el Sydney Harbour Bridge ha sido escenario de múltiples eventos históricos. Durante su inauguración, por ejemplo, un activista a caballo interrumpió la ceremonia oficial para cortar el listón antes que las autoridades.
Cada 31 de diciembre, el puente es protagonista del espectáculo de fuegos artificiales que celebra el Año Nuevo en Sídney, uno de los más impresionantes del mundo.
Junto a la Ópera y los jardines botánicos, este puente forma parte del conjunto paisajístico que convierte a Sídney en uno de los destinos urbanos más bellos y reconocidos a nivel global.
