Existen varias teorías acerca de por qué las botellas de vino contienen 750 mililitros. Esta medida se adoptó durante el siglo XIX y tiene que ver con que los principales clientes de los productores de vinos de Francia eran los ingleses. Aunque hoy las unidades de medida están estandarizadas en casi todo el mundo gracias a la adopción del Sistema Internacional de Unidades, el Reino Unido, sigue utilizando las mismas que en aquel entonces:

• Libras,
• Millas,
• Pulgadas, entre otras.

Francia e Inglaterra debían encontrar algún equivalente ya que no compartían sistema métrico.

Botellas de vino: la historia de por qué contienen 750 mililitros

La unidad de volumen de los británicos era el galón, equivalente a 4,55 litros. Para poder hacer negocios de una manera más sencilla, los productores franceses comenzaron a trasladar la bebida en barriles de 225 litros, equivalentes a 50 galones, que se distribuirían en 300 botellas de 750 mililitros cada una.

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De esta forma era más sencillo calcular los precios de las unidades. Por la misma razón, en este proceso, también se estandarizó que las cajas de vino tuvieran 6 o 12 botellas. La costumbre se extendió y todos los productores de vino comenzaron a organizarse de esta manera. En 1975, la Unión Europea estableció que la medida para almacenar vino menor a un litro, era de 750 mililitros.

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Esta explicación deja de lado simpáticas teorías que explicaban esta medida, como que esa es la medida ideal para que beban dos personas, que es la cantidad perfecta para almacenarlo o que tenía que ver con la capacidad pulmonar de los fabricantes de botellas.

Actualmente, existen otras medidas en las que almacenar el vino. Expertos afirman que la mejor es la botella de 1,5 litros.