Actualmente, la residencia oficial de los presidentes de la Nación es la Quinta de Olivos, pero no todos los presidentes de Argentina vivieron allí. Por lo menos 21 residencias fueron utilizadas a lo largo de la historia por distintos mandatarios.
Anteriormente, cada uno vivía en su propia residencia. Algunas de ellas todavía se conservan y otras fueron demolidas.
Durante el siglo XX el estado fue comprando distintos inmuebles que luego cumplirían la función de Residencia Oficial.
Los presidentes de Argentina viven en Olivos
La Quinta de Olivos es la residencia oficial de los presidentes de Argentina. Se trata de un predio de 30 hectáreas. La casa construida y diseñada por Prilidiano Pueyrredón en 1854, no estuvo pensada originalmente como la casa de los mandatarios argentinos. Llegó a manos del Estado por una donación hecha por Carlos Villate Olaguer. Como no tenía descendencia, estableció en su testamento que la quinta debía ser la residencia presidencial y que no podía estar deshabitada por más de 30 días. La sesión se hizo efectiva en 1920.
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La casa fue ocupada por 16 familias presidenciales en los últimos 60 años, incluyendo gobiernos democráticos y de facto. El primer mandatario en utilizarla fue José Félix Uriburu. Agustín P. Justo y Juan Domingo Perón la reformaron pero no la utilizaron como vivienda permanente. Pedro Eugenio Aramburu, fue el segundo en elegirla como su casa durante su mandato. Desde la vuelta de la democracia, todos los presidentes de la Nación se mudaron con sus familias a la Quinta Presidencial.
Algunas residencias anteriores
Bartolomé Mitre fue presidente desde 1862 hasta 1868. Vivió en una casa alquilada en la calle San Martín 336 de la Ciudad de Buenos Aires. Luego de su muerte, en 1907, la casa fue adquirida por el Estado Nacional y declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. Hoy, allí funciona el Museo Mitre.
Donde hoy funciona la Casa de la Provincia de San Juan, antes se encontraba la residencia de Domingo Faustino Sarmiento, que ejerció la presidencia desde 1868 hasta 1874.
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Nicolás Avellaneda, Julio Argentino Roca, Miguel Juarez Celman, Carlos Pellegrini y otros presidentes de la República, vivieron en distintos puntos de la Ciudad, ya que todavía no existía una residencia oficial para quienes ejercieran el rol de presidente.
Roque Sáenz Peña fue el único presidente que vivió en la Casa Rosada. Por problemas de salud, no le era posible trasladarse con facilidad todos los días. Aunque a partir de 1920, la Quinta de Olivos estaba disponible como vivienda oficial, ni Hipólito Yrigoyen ni Marcelo Torcuato de Alvear optaron por eso y continuaron viviendo en sus casas particulares.
Roberto Marcelino Ortiz, durante su presidencia entre los años 1938 y 1942, vivió en la calle Suipacha 1034. A partir de ese momento, se convirtió en la Residencia Presidencial. Fue ocupada también por:
- Ramón Castillo,
- Pedro Pablo Ramírez,
- Edelmiro José Farrell.
Durante su primera presidencia, Juan Domingo Perón vivió junto a su esposa en una residencia en Recoleta. Tras la muerte de Eva, el lugar se convirtió en una especie de santuario para los militantes peronistas. Luego del Golpe de Estado de 1955, los militares decidieron demoler el edificio para eliminar todo lo que tuviera que ver con el último gobierno democrático. Hoy, en ese solar se levanta la Biblioteca Nacional.
