Llegó el 29 de febrero. Aquella fecha extraña del calendario, que suele aparecer cada cuatro años y que puede generar algunas complicaciones como, por ejemplo, los nacimientos.
Como era de esperar, durante las 24 horas que dura esta jornada especial, presente en cada año bisiesto, ocurren miles de nacimientos en cada rincón de Argentina.
Y, como las personas no pueden celebrar su cumpleaños cada cuatro años, existe un eterno debate sobre cuándo es el momento de festejar, durante aquellos años que no incluyen un 29 de febrero.
¿Por qué el 29 de febrero es inamovible en términos legales?
Si bien la posibilidad de nacer un 29 de febrero es de 1 entre 1.461, según los datos oficiales de la Sociedad Honoraria de los Nacidos en Día Bisiesto, hay muchas personas que lo consiguen.
Puntualmente, los cálculos más recientes anuncian que en el planeta hay más de cuatro millones de habitantes que llegaron al mundo en esta jornada tan llamativa.
También te puede interesar > ¿Cuál es la diferencia entre un calendario y un almanaque?
Entonces, ¿qué sucede en términos legales con los nacidos un 29 de febrero en Argentina? ¡Nada! Deberán ser inscritos en el Registro Civil con esta fecha y, durante toda su vida, lo llevarán plasmado en el DNI.
Ahora bien. Al momento de celebrar fuera de un año bisiesto, los cumpleañeros son libres de elegir cualquier fecha cercana para reunirse en familia y pedir los famosos “tres deseos”.
¿Cuándo celebran las personas que nacen un 29 de febrero?
No hay dudas que en este 2024, todas las personas que nacieron un 29 de febrero lo están celebrando en este momento. Pero, ¿qué ocurrió con los festejos de 2023?, ¿qué sucederá en 2025?
En simples palabras, quienes cumplen años en esta jornada, tienen la libertad de festejar el 28 de febrero o el 1 de marzo. La gran mayoría elige la primera jornada del tercer mes del año.
¿Por qué existen los años bisiestos?
Los años bisiestos, que incluyen el 29 de febrero, surgen porque en casi todos los rincones del mundo se utiliza el calendario gregoriano, que el Papa Gregorio XIII estableció en 1582.
Como este orden alinea las fechas astronómicas con las cronológicas, establece que la Tierra demora 365 días en orbitar el Sol. Pero, como era de esperar, el cálculo no es preciso.
La “vuelta al Sol” no se completa en simultáneo al famoso brindis de año nuevo. Es decir, siempre queda un sobrante de horas que, con el paso de los años, se acumula.
También te puede interesar > ¿Cuál es la fecha de cumpleaños más común del mundo?
Entonces, como la única alternativa para evitar este suceso, sería correr tres días del calendario cada 12 años y modificar la fecha en la que comienza cada estación, se decidió establecer el año bisiesto.
En conclusión, el 29 de febrero aparece para equilibrar este desorden en el calendario gregoriano. Pero, para sorpresa de muchas personas, tampoco es una solución exacta, porque no siempre debería ocurrir cada cuatro años.