Nacida en Londres en 1885, Alicia Moreau de Justo se desempeñó principalmente como médica y política, y se destacó por su gran compromiso con la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos. Hija de María Denanpont y Armand Moreau, quien participó de la Comuna de París en 1871, Alicia llegó a Argentina junto a su madre en 1890. Tiempo más tarde desembarcarían su padre y sus dos hermanos.
Los comienzos del activismo político
A principios del siglo pasado, más precisamente en 1902, Alicia Moreau de Justo realizó una de sus primeras acciones en la escena política y fundó junto a sus compañeras activistas el Centro Socialista Feminista y la Unión Gremial Feminista.
En 1906, participó en el Congreso Internacional de Pensamiento Libre donde se destacó con su exposición sobre la educación en tiempos de la Revolución Francesa. Luego, la invitaron a formar parte de la Sociedad Luz y allí comenzó su carrera como docente. Allí dictaba clases sobre diversos temas como filosofía, los efectos del alcohol, la transmisión de enfermedades venéreas y la prevención de la tuberculosis.
Su compromiso con la causas sociales era amplio y genuino, tal es así que en 1907 no dudó en expresar su apoyo a una de las primeras huelgas de inquilinos de las que se tenga registro en Argentina que se extendía por Buenos Aires, Rosario, Bahía Blanca y La Plata. Ese mismo año comenzó a estudiar medicina, carrera de la cual se graduó en 1914.
Alicia Moreau de Justo y el sufragio femenino
Tras involucrarse en la creación del Comité Pro Derecho del Sufragio Femenino, y luego de un viaje a Estados Unidos como delegada en el Congreso Internacional de Obreras, regresó a Argentina donde impulsó la Unión Feminista Nacional, de la cual formaron parte mujeres como Alfonsina Storni. En 1920 organizaron y llevaron a cabo un simulacro de votación de elecciones legislativas.
Al año siguiente, tras afiliarse al Partido Socialista, contrajo matrimonio con Juan B. Justo, con quien tuvo tres hijos. En 1928, el líder del partido falleció de un paro cardíaco pero la militancia de Alicia no se interrumpiría con la muerte de su marido.
En 1932 presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley de sufragio femenino pero este fue rechazado por la mayoría de los legisladores. Recién en septiembre de 1947 las mujeres obtendrían este derecho bajo el nombre de la Ley Evita. El 12 de mayo de 1986, Alicia falleció a los 100 años mientras dormía.