El Cementerio de los Andinistas es uno de los más grandes de la Cordillera de los Andes y se destaca como un punto turístico de Mendoza, que se ubica a pocos metros de la Ruta Nacional 7.
A pesar de que no tiene una fecha exacta de fundación, sí se conoce que las primeras tumbas corresponden a ex trabajadores ferroviarios que perdieron la vida construyendo el Ferrocarril Trasandino, entre 1872 y 1910.
Y, si bien en la actualidad pasa desapercibido ante los ojos de muchos viajeros que recorren la zona, sigue siendo un punto muy especial para los andinistas.
¿En dónde se encuentra el Cementerio de los Andinistas?
Este particular espacio funerario de Mendoza se encuentra a 189 kilómetros de la capital provincial, en un espacio lindero a la famosa Ruta Nacional 7, que es elegida como uno de los principales cruces internacionales entre Argentina y Chile.
Dado que es un espacio pequeño y se ubica en un predio remoto, lejos de cualquier otro atractivo turístico, no hay muchas personas que viajen más de 2 horas desde la ciudad más grande de la provincia para conocerlo.
Pero, gracias a su proximidad con la carretera mencionada y por su cercanía al pueblo turístico de Puente del Inca, algunos aventureros se animan a tomar el desvío para conocer, con respeto, el Cementerio de los Andinistas.
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¿Cuál es la historia del cementerio mendocino?
Como hemos mencionado, el Cementerio de los Andinistas no tiene una fecha de fundación. Pero, al evaluar la antigüedad de sus tumbas, es probable que se haya creado a fines del siglo XIX.
El primer detalle del espacio funerario que permite justificar lo mencionado es la cruz de Juan Fiorini, que se mantiene en pie desde el año 1903 y es la estructura más elevada del predio.
Sin embargo, esta no es la única porque en las inmediaciones también se destaca la cruz diseñada por el artista Chipo Céspedes, que fue donada al establecimiento en el marco del aniversario del Club Andinista Mendoza.
Finalmente, el número de trabajadores difuntos en el lugar aumentó hasta 1910, cuando la línea ferroviaria entró en servicio. Es por eso que, décadas después, comenzó la segunda etapa del cementerio, dedicada a los alpinistas.
Tras los primeros accidentes en las montañas cercanas, muchos familiares de exploradores difuntos eligieron el Cementerio de los Andinistas para colocar sus restos y esta es una tendencia que se mantiene hasta la actualidad.
Sin embargo, hoy en día también se puede enumerar una tercera etapa porque, debido a la historia y los paisajes del lugar, muchas personas solicitan ser sepultados allí luego de su fallecimiento.
¿Qué personalidades descansan en el Cementerio de los Andinistas?
Quienes tengan la oportunidad de conocer el Cementerio de los Andinistas podrán llegar a la conclusión que, gracias al tamaño reducido del predio, es muy fácil hacer un recorrido rápido y completo.
Sin embargo, es recomendable prestar atención porque entre todas las tumbas hay algunas que corresponden a grandes personalidades vinculadas al alpinismo y a otras profesiones.
Es decir, uno de los sepulcros más longevos que aún se mantiene en el lugar fue creado en 1908 y corresponde al doctor inglés Edward J. Cotton, que llegó a Mendoza con intenciones de tratar una epidemia que se había desatado en la montaña y, lamentablemente, falleció a causa de esta enfermedad.
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Por otro lado, en el Cementerio de los Andinistas también descansan los restos de Juan Stepanek, recordado como la primera persona que falleció intentando escalar el Aconcagua, a mediados de 1926.
Por último, otra tumba protagonista del paisaje es la que recuerda a Adriana Bance: una escaladora francesa, que se convirtió en 1942 en ser la primera mujer en llegar a la cumbre del Aconcagua.