Se diseñó en las últimas décadas del siglo XIX, tiene forma de “L” y solo está abierto para residentes.
En el barrio porteño de Balvanera, sobre la Avenida Rivadavia 2431, hay un curioso pasaje conocido con el nombre de “Colombo”, que se inauguró hace 133 años y se conserva en perfecto estado.
Su historia inicia en las últimas décadas del siglo XIX, cuando una empresa compró las tierras y decidió construir un grupo de edificios, atravesados por una calle con forma de “L”.
Y, a pesar de que durante el último siglo se ha modernizado en algunos puntos, la vía recibe el mantenimiento adecuado y solo está habilitada para residentes.
A través de registros históricos, expertos confirmaron que el famoso Pasaje Colombo surgió como un proyecto innovador, posterior a la compra de las tierras por parte de “La Edificadora S.A”.
El plan era construir un grupo de edificios de cinco plantas, para entregar los amplios departamentos a sus socios. Por lo tanto, a mediados de 1890, no solo concretaron el proyecto inmobiliario, sino también habilitaron el pasaje.
De esta manera, los vecinos y peatones de aquella época, podían circular libremente por esta vía que tiene un acceso sobre la Avenida Rivadavia y otro por la calle Azcuénaga 34.
Finalmente, tras la inauguración de locales en la planta baja de cada torre, muchos residentes abrieron sus emprendimientos en el lugar y se esforzaron para cuidar cada detalle del pasaje.
Además de su ubicación, que pasa desapercibida ante las miles de personas que recorren Balvanera a diario, el Pasaje Colombo está repleto de curiosidades que, en algunos casos, no tienen explicación.
Es decir, una de sus mayores incógnitas es la torreta de dos pisos que se diseñó sobre la curva a 90º (para brindar seguridad) y que sorprende con un reloj y una lanza en su punto más alto.
Pero el arquitecto alemán Carlos Heynemann (que podría haber sido ingeniero) que diseñó el complejo residencial, también incluyó otros detalles llamativos en su obra que, hasta el día de hoy resalta porque conserva:
Por último, es fundamental aclarar que la reja que aparece en la foto principal de este artículo y los portones de hierro, no son originales.
Las tierras donde está el Pasaje Colombo pertenecieron, hace cientos de años, a la quinta de Antonio González Varela: un pionero del barrio de Balvanera que era apodado Miserere.
Luego, tras la adquisición del solar por parte de “La Edificadora S.A”, esta vía de uso peatonal (que también permitió la circulación de vehículos) adquirió un nombre homónimo.
Por lo tanto, la explicación de su nombre actual está vinculada a Carlos Ambrosio Colombo, quien vivía a tres cuadras del pasaje y lo adquirió tras el cierre de la empresa mencionada.
Es por eso que, aunque se identificó de maneras distintas, este sitio, que es un Área de Protección Histórica (APH) desde 1997, siempre se recordará con el nombre de Pasaje Colombo.
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