París, la capital de Francia está buscando reducir considerablemente los niveles de contaminación acústica y ambiental. Para lograrlo, a lo largo de los años fue tomando distintas medidas, como restricciones al tráfico, eliminar hasta el 40 % del asfalto en el centro y el desarrollo de fuentes de energía alternativa. Ante las olas de calor de los últimos veranos, la ciudad decidió implementar un sistema de refrigeración innovador.

¿De qué se trata el sistema implementado en París?

El sistema de refrigeración es poco conocido y comenzó a utilizarse con la idea de mantener frescos edificios emblemáticos como el museo del Louvre, donde se encuentra la Gioconda o el Grand Palais des Champs-Elysées, reconocido por su arquitectura.

Se trata de una tecnología ubicada en el área subterránea, a 30 metros hacia abajo de París. Se extiende por 89 kilómetros y su función es bombear agua helada desde el río Sena a las tuberías, para luego volver al río. Hoy, con este método se mantienen frescas más de 700 localidades de la capital francesa. Funciona con electricidad generada por recursos renovables y es el más extenso de toda Europa. Además, se mantiene en funcionamiento las 24 horas del día.

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El proyecto pretende que haya una marcada disminución del uso de los aires acondicionados y métodos de refrigeración menos amigables con el medioambiente. La municipalidad parisina firmó un convenio para multiplicar por tres el tamaño del sistema de refrigeración: en el 2042, llegaría a 252 kilómetros de extensión. El contrato busca ayudar a combatir los efectos del calentamiento global.

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La ciudad intentará llevar esta tecnología más sostenible a hospitales, escuelas y estaciones del transporte público. Cabe la posibilidad de que durante los Juegos Olímpicos de 2024, funcione en algunas de las instalaciones olímpicas.