Noctiluca, fue reconocido como el primer balneario adaptado y 100% inclusivo de nuestro país. Ubicado en Villa Gesell, en Paseo 125 y Playa, brinda la oportunidad a niños y adultos con discapacidad de disfrutar un día de playa y mar.
¿Cómo es Noctiluca?
Se accede al balneario mediante una rampa de madera de unos 20 metros de largo, con 10% de pendiente. En cuanto a su estructura, a la izquierda se ubica el sector de carpas disponibles para personas con discapacidad. Son de uso gratuito, tal como las sillas anfibias, las bicicletas adaptadas, las sillas de ducha, los sillones, las reposeras y todos los demás elementos disponibles.
Los baños también son adaptados: amplios y con duchadores de mano. El restaurante del lugar cuenta con un menú traducido a escritura Braille y con pictogramas.
El primer balneario adaptado cuenta con un equipo de trabajadores especializados que asisten muy amablemente a las familias presentes. Asimismo, habla lenguaje de señas y se ocupa de la organización de distintas actividades recreativas adaptadas, tales como tejo, fútbol, batucada, zumba y surf, entre otras.
¿Cuándo abrió el primer balneario adaptado?
Noctiluca tuvo su apertura en el verano del 2007. "Cuando empezamos teníamos sólo una carpa para personas con discapacidad y la primera dificultad que se nos presentó fue propia del desconocimiento: había hecho una rampa de ingreso al balneario, pero no una de descenso a la playa. Entonces, en plena temporada anulamos una bajada y trajimos un equipo de obreros, nos quedamos trabajando toda una noche y al otro día estaba lista", le contó Marcelo Santurión, el propietario, a Infobae. La idea de construirlo surgió tras conocer lugares similares en un viaje realizado a España.
Marcelo le mencionó a Infobae diversos casos de personas que vio disfrutar del mar por primera vez. Por ejemplo, el caso de Ayelén Dauro: "Es nadadora de piscina y asistimos a su primera vez en el mar. Fue fantástico ver cómo nadaba una vez que pasó la rompiente y se la liberó de la silla". Rememora el abrazo con Mary, “una señora, que sufrió un ACV y que hacía 20 años que no entraba al agua”. "Soy un millonario emocional", aseguró, emocionado.
"Ojalá cada vez sean más los que podamos practicar el turismo accesible y que en un tiempo no muy lejano hablemos de un solo turismo, donde ya esté implícita la accesibilidad, y no de turismo accesible o convencional", expresó Santurión.