La masa de hielo del cráter del monte Santa Helena es el glaciar más joven del mundo. Está ubicado en el estratovolcán activo en el condado de Skamania, en el estado de Washington, Estados Unidos.
Su formación comenzó hace 44 años. En 1980, una erupción volcánica en el monte santa Helena se produjo en la cordillera de las Cascadas. En ese momento, apareció un agujero oscuro muy grande, oculto en la sombra, a más de 1.900 metros de profundidad. Su ubicación y temperatura lo transformaron en una fábrica natural de hielo y nieve.
Las paredes del cráter norte le dan sombra durante gran parte del año y eso genera que se desprendan piedras que caen en su superficie.
También es el que más rápido se desplaza de los 48 estados continentales de ese país y que continua creciendo hasta el día de hoy.
¿Cómo se mantiene y por qué crece el glaciar más joven del mundo?
¿Cómo puede ser que dentro de un volcán que se encuentra en actividad haya un glaciar? Esto se da porque la acumulación de nieve en invierno es mayor de la que llega a derretirse en verano.
La cueva tiene forma de herradura y está protegida del sol casi todo el año. Eso, sumado a las bajas temperaturas, dieron lugar a la aparición de la masa de hielo.
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Conformado por cupulas y pasillos horizontales de hielo, en este momento mide más de 200 metros de grosor, la superficie total ronda los 1,3 kilómetros cuadrados y no para de crecer.
¿Hay vida dentro del cráter?
Debido a la mezcla de gases, hielo y temperaturas, los científicos han descubierto hongos, flores y musgo que se desarrollan por el vapor del volcán y microorganismos que viven en la parte más helada. También hay pequeñas plantas que luchan por sobrevivir y alcanzar un poco de luz solar.
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Además, hay semillas latentes en el hielo que podrán germinar cuando alcancen algún lugar más caluroso.