Álea iacta est es una expresión de origen latino. Si se traduce literalmente, significa 'los dados están echados', pero en español se la utiliza de otra manera: 'la suerte está echada'. En latín álea hace referencia a un juego con dados, aunque también puede tratarse de algún otro juego de azar.
Suetonio, un historiador romano que vivió en la época del Imperio, le atribuyó esta frase a Julio César, político y militar romano. Se dice que fue parte del discurso que le dio a su ejército justo antes de cruzar el río Rubicón, que se ubica en el norte de Italia y establecía el límite con la Galia Cisalpina.
Al cruzar el río, Julio César se rebeló contra el Senado. Así comenzó una guerra civil contra contra Pompeyo y los optimates, un grupo de políticos tradicionales de la época.
En aquel momento, también se dijo una frase que hoy se utiliza en el lenguaje coloquial: "cruzar el Rubicón". Se usa para marcar que una acción no tiene vuelta atrás.
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La historia cuenta que el mismo Julio César cruzó aquel río para dar valor a sus hombres, ya que una vez del otro lado, se convertirían en enemigos de Roma y comenzaría el combate.
¿Qué significa "La suerte está echada"?
Se utiliza para referirse a momentos donde es necesario tomar una decisión, que implica un punto de no retorno, de la que no se conocen las consecuencias.
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Se vincula momentos en los que existe un riesgo, que marcarán un antes y un después y a la idea de que el destino está marcado y las acciones de las personas no tienen tanto peso, ya que todo está en manos de la suerte.