"No se puede estar en la misa y en la procesión" es una frase que tiene que ver con antiguas tradiciones cristianas. Se usa para decir que no se pueden hacer dos cosas al mismo tiempo.
Este tipo de dichos populares se transmitían de boca en boca. El primer registro escrito que se encontró de esta frase fue en la obra "Fortunata y Jacinta. Dos historias de casadas," de Benito Pérez Galdós, y se remonta al año 1887.
"No se puede estar en la misa y en la procesión": ¿qué significa?
Asistir a la iglesia e ir a misa implica estar quieto, sentado en un banco y prestando atención al ritual religioso. La procesión implica movimiento, salir a la calle y trasladarse de un lugar a otro. La frase toma esto contrapone dos actividades opuestas para reflejar que no se pueden hacer dos cosas al mismo tiempo, hay que elegir una. Destaca que es algo imposible de hacer.
También te puede interesar > ¿De dónde viene la frase "la chancha, los 20 y la máquina de hacer chorizos"?
Este refrán surgió en España y su versión original era otra: "no se puede estar en misa y repicando". Esto quiere decir que no se puede estar prestando atención a la ceremonia y al mismo tiempo haciendo sonar las campanas del campanario.
También te puede interesar > ¿Cuál es el origen del locro?
Actualmente, la frase no es muy utilizada, pero existen muchos otros refranes que se presentan como sinónimos a este, aunque tampoco son frecuentes en Argentina. Un claro ejemplo es:
- "Soplar y sorber, no puede ser",
- "No se puede nadar y guardar la ropa",
- "No se puede servir a dos señores a un tiempo y tener a cada uno contento".
Otros idiomas tienen su equivalente, que traducido al español serían:
- "No puedes guardar tu tarta y comértela al mismo tiempo", del inglés,
- "El lobo lleno y el cordero entero", del polaco.