Argentina estrenó el primer largometraje animado del país en 1917. No solo fue la primera película animada de Argentina, sino del mundo entero.
Se trató del film El Apóstol, escrito y dirigido por Federico Valle, con dibujos hechos a mano de Quirino Cristiani.
¿Quién fue Quirino Cristiani?
Quirino Cristiani nació en Italia en 1896 y se nacionalizó argentino. Con tan solo cuatro años llegó a la Argentina de la mano de sus padres, quienes buscaban un futuro mejor para la familia.
Ya en su adolescencia, Quirino se mostró interesado en los dibujos. Incluso, se escapaba de la escuela para tomar clases de dibujo con maestros particulares. Más tarde, realizó un curso en la Academia de Bellas Artes y al poco tiempo comenzó a trabajar haciendo caricaturas para distintos diarios, en una época donde la sátira política era habitual.
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En 1916, Cristiani fue contratado por Federico Valle, que poseía un estudio cinematográfico en Buenos Aires para dibujar caricaturas e incluirlas en sus películas informativas de cortometraje.
Pero Valle no quería imágenes fijas en las filmaciones, por lo que el flamante empleado tuvo que idear una manera de darle movimiento a los dibujos. Así es que pudo desarrollar, un año más tarde, el primer largometraje animado del mundo.
¿Cómo fue la primera película animada argentina?
La cinta de El Apóstol tenía una duración de 70 minutos y requirió ni más ni menos que 58 mil dibujos. Y no sólo se creó a partir de dibujos y arte bidimensional; también se utilizaron maquetas de edificios públicos como el Congreso Nacional, la Aduana de Buenos Aires y el de Obras Sanitarias de la Nación.
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En clave de sátira política, mostraba a un Hipólito Yrigoyen que vuela al cielo y, desde ahí, tira rayos sobre Buenos Aires para limpiarla de la corrupción y la inmoralidad.