El evento histórico que dio lugar a lo que hoy es la Ciudad Buenos Aires no fue algo de una vez.
Algunos días atrás, el 2 de febrero, Buenos Aires celebró el aniversario de su primera fundación. Así es: primera. ¿Cómo? ¿Tuvo más de una?
La fundación de Buenos Aires no fue algo de una vez. En realidad tiene sentido, ya que la historia del curso del mundo nunca fue y nunca será algo simple: rara vez lo es. Menos todavía si nos referimos a la época colonial de nuestro país.
La ciudad argentina se fundó por primera vez en 1536, hace unos 488 años. Fue resultado de la llegada de Pedro de Mendoza y otros mil quinientos tripulantes a las costas del Río de la Plata. La segunda fundación ocurrió unos 40 años después.
Dos años antes, en 1534, Mendoza había sido nombrado Primer Adelantado del Río de la Plata a través de un decreto del Rey Carlos I de España. La próxima misión del almirante sería establecer el control sobre la costa rioplatense.
Luego de mucho tiempo de viaje, el grupo liderado por Mendoza arribó al Río de la Plata y desembarcó en la orilla. Allí, fundaron la ciudad con el nombre de Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire.
Sin embargo la historia no termina ahí. Si hubo dos fundaciones debe ser porque, durante la primera, algo no salió como se esperaba.
El asentamiento de la tripulación liderada por Mendoza no prosperó en lo absoluto. El escenario con el que se encontraron después del arribo pronto se tornó complicado. Al menos para los españoles; los nativos estaban, simplemente, defendiendo el territorio que era originalmente de ellos.
Pero, ¿qué pasó exactamente? Estos son algunos de los conflictos que se les presentaron a los españoles:
Obviamente, la Corona Española no iba a dejar las cosas así. Había fracasado en su misión, pero lo intentaría de nuevo. De ahí que, poco más de 40 años después, envió un grupo nuevo.
Esta vez, al mando de Juan de Garay, Buenos Aires se funda por segunda y última vez. Sucedió el 11 de junio de 1580.
Garay lideró una expedición desde Asunción del Paraguay hacia el sur para refundar la ciudad. No solo tuvo una estrategia distinta, sino que también eligió un lugar diferente para su misión, más cercano a la desembocadura del Río de la Plata.
Consideraba que la ubicación era más estratégica y contaba con mejores condiciones para el crecimiento y desarrollo económico del lugar. Así, la segunda y última fundación de Buenos Aires sentó las bases para la colonización española en la región.
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