Debido a la geografía y la presencia de la Cordillera de los Andes en el territorio nacional, Argentina es un país repleto de volcanes que son dignos de explorar en una travesía de montaña o en un trekking fotográfico.
Pero, si bien hay muchos que se han extinguido hace miles de años y aún no se encontraron registros de cuándo ocurrió su última erupción, también están aquellos que se mantienen activos y generan inquietud.
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¿En dónde se encuentran los volcanes activos de Argentina?
Gracias a un intenso relevamiento realizado por profesionales de ambos países, se llegó a la conclusión de que en el tramo de la Cordillera de los Andes compartido por Argentina y Chile hay 120 volcanes activos.
Y, si bien las dos naciones también tienen calderas en otros sectores distantes del cordón montañoso, este punto del mapa es identificado como un arco volcánico especial, que se encuentra monitoreado para evitar desastres.
Entonces, a pesar de que la erupción de cualquiera de estos volcanes podría traer graves consecuencias para los dos países limítrofes, actualmente en territorio argentino hay 38 calderas activas y la gran mayoría se ubican en los Andes.
¿Cuáles son los volcanes más peligrosos de Argentina?
Debido a su formación geológica, la frecuencia de sus erupciones, su ubicación en el mapa y la magnitud de su actividad, entre los volcanes activos que hay en Argentina, algunos son más peligrosos que otros.
Entonces, al momento de tomar un mapa del país y ubicar cada uno de ellos, deberás tener en cuenta que, según los expertos, las calderas más riesgosas en este momento son:
- El volcán Copahue, ubicado en Neuquén.
- El volcán Lanín, ubicado en Neuquén.
- El Complejo Volcánico Laguna del Maule, formado en el límite entre la provincia de Neuquén y Mendoza.
- El Complejo Volcánico Planchón Peteroa, con volcanes activos en Chile y Argentina.
- El volcán Maipo, ubicado en Mendoza.
- El volcán Tupungatito, emplazado en Mendoza.
- El volcán San José, que también pertenece a la provincia de Mendoza.
¿Qué tipo de monitoreo reciben estas calderas activas?
Los seres humanos aún no han encontrado la forma de evitar las erupciones volcánicas pero, de todas formas, existe una serie de monitoreos que se pueden realizar para prevenir el suceso y evitar un desastre.
Es por eso que, ante la gran cantidad de volcanes activos que hay en Argentina, el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), perteneciente al Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), es quien se encarga de estudiar y monitorear la actividad volcánica en el país.
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Por lo tanto, a través de los tecnológicos sistemas que utiliza, los profesionales que integran este equipo trabajan día y noche con la misión de:
- Estar atentos a las señales que producen los volcanes activos y analizarlas.
- Conocer el comportamiento de las calderas.
- Intentar pronosticar las erupciones.
- Registrar cambios en la actividad volcánica que puedan ocurrir de forma inesperada.
- Generar alertas tempranas que den aviso a las autoridades de Protección Civil.
- Influir en el diseño de un plan de evacuación para las ciudades o localidades que se encuentren próximas a un volcán activo.