Neuquén es una de las provincias más turísticas de la Argentina, con variados paisajes increíbles. Asimismo, es tierra de cascadas alucinantes. Entre ellas existen dos que por su forma y tamaño parecen “gemelas”, a pesar de estar a más de trescientos kilómetros una de otra.
Dos cascadas bastante similares: Cascada Santa Ana y Salto del Agrio. Ambas con forma de arco, con cornisas o voladizos de basalto, que forman una especie de “balcón” que sostiene el río por varios metros.
Cascada Santa Ana
Se identifica como una caída de 40 metros ubicada en el medio del bosque patagónico. Este salto monumental se encuentra en la provincia de Neuquén, pegado al límite internacional entre Argentina y Chile, en una zona repleta de bosques y alejada de las grandes ciudades.
Y, si bien es necesario pasar por la aduana y caminar durante largas horas para acceder al lugar, viajeros de todo el mundo indican que el esfuerzo por conocer la Cascada Santa Ana, ubicada muy cerca de la Cascada Dora, vale la pena.
Cascada Salto del Agrio
Salto del Agrio es una cascada que está ubicada dentro del Parque Provincial Copahue, en la provincia de Neuquén. Tiene unos 45 metros de altura y está enmarcada en un amplio cañón formado por sucesivas coladas de lava que surgieron producto de la antigua actividad volcánica.
En la antigüedad, este lugar fue habitado por comunidades originarias. Según cuenta la leyenda, ellos usaban esta cascada para rendirle culto y agradecimiento a la naturaleza.
La cascada nace en el río Agrio que en su curso genera hermosos saltos de agua. Las paredes que están a su alrededor conforman un cañadón de roca basáltica formada por la histórica actividad volcánica de la zona.
Su curioso paisaje se debe a la composición de las aguas: son muy ácidas y en consecuencia a los minerales que contienen le dan un color único, con tonalidades anaranjadas y amarillentas.