El iglú es una casa construida con bloques de nieve que generalmente posee la forma de una cúpula. Se asocia con los esquimales, porque lo han usado históricamente como refugio temporal durante el invierno al ir de caza. Su construcción fácil y barata lo convierte en una alternativa de vivienda para los habitantes de zonas heladas. Puede ser una vivienda permanente si el tamaño y el mantenimiento resultan adecuados. Su característica principal es que presta el abrigo y la seguridad necesarios. 

Particularidades del iglú

Existen diversos modelos de iglú, pero la forma más común es la cúpula. En un iglú puede haber hasta cuarenta grados más que en el exterior. Por ejemplo, si fuera de este alojamiento hubiera una temperatura de -30 grados, en el interior se podrían incluso alcanzar temperaturas cercanas a los 10 grados. Además, la nieve utilizada para la construcción de este refugio sirve como aislante, lo que ayuda a conservar el calor corporal y el de las lámparas localizadas en el interior de la casa.

¿Cómo se construye un iglú?

El iglú se construye con bloques de nieve. Primero se cava el suelo hasta hacer un pozo. Con la nieve que se saca se van formando los bloques. Luego se los va colocando arriba de ese pozo en forma circular, hasta que se cierra el espacio por arriba. El iglú puede ser de diferente tamaño, según la necesidad. Si se utiliza como refugio temporal, generalmente se construye con un tamaño pequeño. Si una familia necesita usarlo de forma permanente, suele construirse con un tamaño mayor. El iglú tiene un pequeño túnel en la puerta que impide la entrada del frío y siempre incluye una abertura en la parte superior para permitir que haya ventilación. 

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