En 1935 se registró oficialmente como una marca.
En Argentina, el Yoyo fue furor durante la década del 70 y se convirtió en un compañero indispensable para los recreos. Aunque se usa individualmente, los niños encontraron la forma de organizar competencias para jugar entre sí.
Este juguete era un disco de madera que tenía una ranura profunda en su circunferencia en la que se escondía un cordón que, al anudarlo al dedo, permitía que el niño pudiera subir y bajarlo. Con los años, cambió de material. Ahora, los más modernos son de plástico.
Se cree que el Yoyo surgió en Grecia durante el siglo V antes de Cristo. Desde entonces, fue fabricado de forma artesanal en muchas partes del mundo.
La primera venta de este juguete se registró en 1928, cuando el empresario Pedro Flores empezó a comercializarlo. En 1935, el empresario Donald Duncan compró la marca y la registró oficialmente.
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