Argentina posee una de las salas de ópera más importantes del mundo y está ubicada en la ciudad de Buenos Aires. Es el Teatro Colón, destacado por las excepcionales condiciones acústicas y arquitectónicas de su edificio que lo posicionan al mismo nivel de otros teatros como la Scala de Milán o la Ópera de París.
A lo largo de su historia, el Teatro Colón tuvo dos sedes. La primera funcionó frente a Plaza de Mayo, en el edificio que en la actualidad ocupa el Banco Nación, entre 1857 y 1888, año en que fue cerrado para la construcción de la nueva sala. La segunda se inauguró en 1908, específicamente el 25 de mayo de ese año, con una función de Aida, la ópera de Giuseppe Verdi. Y está emplazada en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires entre las calles Cerrito, Viamonte, Tucumán y Libertad.
En un comienzo, el teatro contrataba a compañías extranjeras para el armado de sus temporadas. Pero hacia 1925 empezó a contar con su cuerpo estable de artistas, entre los cuales se encontraban el ballet, el coro y la orquesta. Además, comenzó a tener sus propios talleres de producción, lo que le permitió organizar sus propias temporadas desde la década de 1930. Desde entonces, el Colón fue capaz de realizar íntegramente la totalidad de una producción artística, destacándose por el profesionalismo de sus artistas y técnicos.
El edificio
El edificio del Teatro Colón presenta un estilo característico de comienzos del siglo XX y tiene una superficie total de 58 mil metros cuadrados. La sala principal cumple con todas las normativas del teatro clásico italiano y francés. Con una capacidad total para 2.478 espectadores, el foso de la orquesta permite albergar hasta 120 músicos. En tanto, la cúpula de esta sala fue pintada por Raúl Soldi en la década de 1960.
Escenario de grandes artistas
El Colón fue escenario de los más grandes artistas, tanto de la música como de la danza y la ópera. Por sus tablas han pasado cantantes como Enrico Caruso, Claudia Muzio, Maria Callas, Régine Crespin, Birgit Nilsson, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, bailarines como Vaslav Nijinski, Margot Fonteyn, Maia Plisetskaia, Rudolf Nureyev, Mijail Barishnikov, a directores como Arturo Toscanini, Herbert von Karajan, Héctor Panizza, Ferdinand Leitner, entre decenas más. También es frecuente que, siguiendo la tradición inaugurada por Richard Strauss, Camille Saint-Saëns, Pietro Mascagni y Ottorino Respighi, los compositores vengan al Colón a dirigir o supervisar los estrenos de sus propias obras.
Restauración
En el año 2010, se llevó a cabo una restauración que le devolvió al Colón su esplendor original. El teatro reabrió sus puertas con una función especial que incluyó el acto II de la ópera La Bohème y el acto III de El lago de los cisnes. Ese mismo año también contó con la visita de la Orquesta y el Coro del Teatro alla Scala de Milán bajo la dirección de Daniel Barenboim, evento que alcanzó el nivel más alto de las celebraciones.
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