Todo comenzó en 2006, cuando el ingeniero Christian Navntoft y el arquitecto Fabián Garreta observaron que la gente replicaba un comportamiento sin sentido en la playa: calentar el agua para el mate con electricidad teniendo el sol disponible. En ese momento, les surgió una idea innovadora.
Crearon un termo que calienta el agua con energía solar. Este tarda entre media y una hora en surgir efecto. Además, fue hecho con piezas de producción local (exceptuando una que importaron)
A diferencia de los tradicionales, este es de medio litro. La decisión la tomaron cuando, a través de un estudio de mercado, determinaron que el más grande le resultaba incómodo a los potenciales clientes.
En septiembre del 2015 lanzaron a la venta mil unidades para ver qué tan atractivos resultaban para el público. Para su sorpresa, fueron consultados desde distintos países del mundo porque había muchos interesados en comprarlos.