Es una especie de ficus cuyas semillas pueden brotar en la corteza de un árbol que le servirá como sostén, pero al que terminará sofocando cuando crezca.
La higuera estranguladora es un árbol originario de la región americana que rodea al Golfo de México: la península de Florida en Estados Unidos, el norte y oeste del Caribe, el sur de México y América Central al sur de Panamá (también existen otras variedades de ficus muy similares que crecen en el sudeste asiático y Oceanía).
También se la conoce como higuera estranguladora de Florida, higuera dorada, o higuerón, pero su nombre científico es Ficus aurea.
Debido a la falta de luz solar en las densas selvas tropicales donde habita, esta planta ha adquirido una rara adaptación: las semillas de estos, que son esparcidas activamente por las aves locales, caen en las grietas de la corteza del desafortunado árbol que la alojará y pueden germinar en ella.
Crecer sobre la corteza no es muy satisfactorio: tanto el agua como los nutrientes minerales son escasos y es difícil retenerlos a menos que se haga un esfuerzo. Por eso, las plantas estranguladoras prefieren hacer crecer sus raíces hasta el suelo, donde puede empezar a crecer en otras direcciones. A medida que crecen sus raíces en busca del suelo, la planta comienza gradualmente a envolverse alrededor del tronco del árbol que la aloja.
Cuando las raíces de la higuera establecen contacto con el suelo se expanden y comienzan a estrangular a su anfitrión. Además, a partir de ese momento, se transforma en competencia para el árbol que la sostiene ya que le saca el agua y los nutrientes del suelo, lo que contribuye al deterioro de la planta anfitriona.
El principal objetivo de una higuera estranguladora es trepar lo más alto posible hacia la luz del sol, tan necesaria para toda planta. Finalmente la planta huésped muere, incapaz de resistir el "agarre asfixiante" de un vecino emprendedor. Las raíces aéreas del ficus forman un entramado denso y rígido alrededor del tronco del árbol huésped, impidiendo su crecimiento y desarrollo.
Tras su muerte, el ficus estrangulador sigue viviendo de forma independiente como una especie de "árbol columnar", con un centro vacío en su interior, mientras la planta huésped se pudre y se convierte en escombros con el paso del tiempo, cediendo su lugar al ficus en esta difícil lucha por la supervivencia.
Al desaparecer el árbol que la sostenía se genera una extraña situación ya que las antiguas raíces que envolvían al huésped ahora se convirtieron en un tronco reticulado. Esto genera un árbol de forma poco convencional que llama la atención de todos los que llegan a ellos.
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