Pertenece a la ciudad de Jiva, Uzbekistán, tiene más de 50 monumentos históricos y su muralla supera los dos kilómetros de longitud.
De todas las ciudades amuralladas que hay en el mundo, Itchan Kala es una de las más impactantes. Se encuentra en el interior de Jiva, Uzbekistán y, según los registros históricos, tendría más de 1.000 años de antigüedad.
Este sitio, que en la actualidad se ha convertido en uno de los puntos turísticos más importantes del país, hace cientos de años era identificado como un oasis en medio del desierto.
Y, a pesar de que muchas de sus construcciones se perdieron con el paso del tiempo, su muralla, la increíble mezquita Djouma y algunas de sus casas más longevas, aún permanecen en pie.
Itchan Kala se construyó como un pequeño barrio de Jiva, que al momento de su fundación se llamaba Corasmia y hoy es recordada como una región histórica de Uzbekistán.
En un principio, el diseño de esta ciudad amurallada se pensó para proteger un oasis en el medio del desierto, frecuentado por viajeros que eran guiados por sus caravaneros y tenían pensado atravesar el desierto para llegar a Irán.
Es decir, se lo pensó como un sitio de relajación y abastecimiento para cientos de personas que se sometían a una travesía muy dura en la que, muchas veces, terminaban perdiendo la vida.
Por lo tanto, en este contexto, las autoridades de Itchan Kala instalaron monumentos, construyeron casas, diseñaron una muralla gigantesca para proteger a sus invitados y residentes, e inauguraron la famosa mezquita Djouma, entre otros trabajos.
A pesar de que en Itchan Kala hay más de 50 monumentos y 250 casas, el punto de mayor relevancia es su muralla. Además de ser una pared que se construyó hace más de 300 años, también se caracteriza por:
No hay dudas de que la muralla de Itchan Kala se roba todas las miradas de los turistas. Pero, a pesar de que muchas personas solo la conocen por fuera, es muy recomendable ingresar, pasear o hasta hospedarse en su interior.
Sucede que por detrás de los grandes muros, la ciudad aún conserva sitios muy interesantes como, por ejemplo, la gran mezquita Djouma. Este templo sorprende con las 112 columnas de su vestíbulo, sus mausoleos, las madrazas y otros dos palacios del siglo XIX.
Finalmente, otro punto interesante de este paseo, que forma parte de la Ruta de la Seda, es conocer e ingresar a las antiguas viviendas. Algunas de ellas fueron construidas a principios del siglo XVII.
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