Julio Verne asombró a todo el mundo con sus fantásticos relatos, en los que anticipó muchas de las cosas que luego sucedieron. Este francés vivió entre 1826 y 1905 y sus libros recorrieron el globo.
Julio Verne y su "predicción" del viaje a la Luna
En 1868 escribió De la Tierra a la Luna. En un apartado sostiene: “Resulta que todo proyectil dotado de una velocidad inicial de doce kilómetros por segundo, y dirigido hacia la Luna, llegará necesariamente a ella. Tengo, pues, distinguidos y bravos colegas, el honor de proponerles que intentemos este pequeño experimento”.
En el primer viaje tripulado a nuestro satélite, que se realizó en 1968, la velocidad empleada para abandonar la atmósfera terrestre fue de doce kilómetros por segundo, la misma que calculó Verne cien años antes.
Pero eso no es todo. Hubo otras coincidencias increíbles entre la novela y la realidad: en ambos casos viajaban tres astronautas en la nave, Estados Unidos era el país que promovía el vuelo, tardaron 150 horas en llegar a destino, no alunizaron, dieron varias vueltas alrededor de la Luna y regresaron a la Tierra. Si esto no es ser visionario…
Su historia de viaje bajo las aguas y más predicciones
Otro relato famoso del escritor francés fue Veinte mil leguas de viaje submarino, publicado en 1869. Allí Verne habla de una nave, el Nautilus, capaz de permanecer mucho tiempo debajo de la superficie del mar, con cómodas instalaciones, recorriendo las profundidades y estudiando la fauna marina. Su capitán, llamado Nemo, dio origen a muchísimas películas y dibujitos. En homenaje a esta obra literaria el primer submarino nuclear de Estados Unidos, botado en 1955, se llamó Nautilus.
Hablamos del viaje a la Luna, de los faxes, del submarino que recorre las profundidades marinas, pero no acabaron en esas obras literarias todo el genio visionario del gran Julio Verne. Entre otras predicciones asombrosas, imaginó armas de destrucción masiva en Los quinientos millones de Begún; el helicóptero en Robur, el conquistador; los grandes trasatlánticos y las muñecas parlantes en Una ciudad flotante; los motores eléctricos en Veinte mil leguas de viaje submarino, y hasta el ascensor en La isla misteriosa. Y además anticipó descubrimientos que se realizaron después, como las fuentes del río Nilo y la conquista de los dos Polos.