El rover Perseverance de la NASA acaba de lograr un objetivo esencial para el desarrollo de futuras exploraciones a Marte: a través de un dispositivo instalado en el vehículo, llamado MOXIE, se consiguió convertir dióxido de carbono en oxígeno. MOXIE está diseñado para absorber dióxido de carbono y partirlo en su interior, realizando un proceso de electrolisis a unos 800 grados Celsius, mediante el que se producen moléculas de oxígeno puro y se desecha monóxido de carbono. “MOXIE tiene más trabajo por hacer, pero los resultados de esta demostración de tecnología son prometedores a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo de ver algún día humanos en Marte. El oxígeno no es solo lo que respiramos. El propulsor del cohete depende del oxígeno, y los futuros exploradores dependerán de su producción en Marte para hacer el viaje de regreso a casa”, comentaba Jim Reuter, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial.
Si bien el uso principal de este oxígeno será combustible para los cohetes de vuelta a la Tierra, allana el camino para que futuros astronautas respiren en el planeta vecino y exploren su superficie.
Esto marca un antes y un después en la exploración marciana ya que la otra opción para generar este elemento esencial para nuestra vida era extrayendo el hielo que se encuentra debajo de la superficie del planeta vecino para electrolizarlo y transformarlo en oxígeno... claramente MOXIE es una opción más factible. Alberto González Fairén, investigador del Centro de Astrobiología explica: “El hito de MOXIE es tan importante como el de Ingenuity, porque abre un camino nuevo en la exploración marciana al demostrar la capacidad para generar un elemento esencial tanto para la respiración humana como para la síntesis de combustible en Marte, e incluso para ¡fabricar agua!”.
Mientras Ingeniuty recolecta información sobre el terreno de Marte probando el primer vuelo propulsado en el planeta y Perseverance sigue buscando rastros de vida antigua marciana en el cráter Jezero, MOXIE producirá oxígeno y expulsará pequeñas cantidades de monóxido de carbono al aire de Marte.