En 2017, el Banco Central de la República Argentina oficializó la llegada de billetes con diseños de animales. Para la ocasión, la entidad plasmó en los papeles a seis especies autóctonas en su hábitat natural.

En el de menor denominación, es decir, el de 20 pesos, se puede observar un Guanaco. En el de 50 un Cóndor, en el de 100 un Taruca, en el de 200 una Ballena Franca Austral, en el de 500 un Yaguareté y, en el de 1000, un Hornero.

A diferencia de los billetes de próceres, estos tienen imágenes también en vertical. Según informó el Banco Central es "una invitación a mirar los billetes de una manera diferente y una nueva forma de concientizar sobre la preservación del medio ambiente".

Sin embargo, estos billetes esconden un secreto en el anverso: allí se pueden ver las crías de las especies que aparecen en el frente. El mensaje de este detalle tiene como únicos destinatarios a los niños. En el comunicado oficial, se explicó que "es un elemento dedicado al público infantil" que permitirá familiarizarse con los animales desde el momento en el que nacen.