Como es sabido, el general José de San Martín era un gran aficionado al arte. Luego de su muerte, en 1895 y a pedido de las autoridades del Museo Histórico Nacional, su nieta Josefa Balcarce le donó al museo los muebles y los cuadros que el Libertador tenía en su dormitorio, junto con un diagrama de su ubicación que puede verse aquí abajo.
Entre los cuadros que San Martín había seleccionado para su habitación, se observa una litografía con motivo marino en la que se observa al barco Woodford en medio de una tormenta. Fue hecha en 1825 y la tradición familiar de los descendientes del general patriota afirma que el mismo Don José la coloreó con acuarela.
También había una serie de cuatro litografías sobre el combate naval de Aboukir, más conocido como la “Batalla del Nilo”. Dicho combate enfrentó a las armadas francesa y británica en 1798. Fueron publicadas en Londres en 1799. Las ilustró Francis Chesman.
El general también poseía un retrato de Simón Bolivar en litografía que fue realizado por Georges Frey en Francia después de 1831. Seguramente mantenía un gran recuerdo de su interlocutor en el encuentro de Guayaquil.
También había un cuadro de 1811 pintado por Gil de Castro llamado Anciano español. Se dice que representa a uno de los doce apóstoles: Santiago el menor.
Por último, el general tenía en su habitación un retrato de él mismo, el famoso cuadro San Martín con Bandera, del que se desconoce el autor. Se dice que el general apreciaba mucho esta imagen, que fue un regalo de su hija Merceditas.