Si atravesaste tu niñez en Argentina durante los 80, posiblemente recuerdes a Annie, un musical para chicos que estaba en el Teatro Lola Membrives. Tal fue el éxito de taquilla que sus protagonistas comenzaron a hacer apariciones en otros programas y el espectáculo ¡tuvo su propia sección en Billiken! ¿Lo recordabas?
Annie es un musical basado en la tira cómica de Harold Gray. Se trata de una niña huérfana que vive en el orfanato administrado por una mujer malvada. A lo largo de toda la historia, está acompañada de 6 niñas: Molly, Kate, Pepper, Duffy, July, Tessie.
En Argentina, se realizó una adaptación del musical en 1982. Noelia Noto fue la protagonista y Annie, su primer personaje, su punto de partida. Hasta el día de hoy, la siguen reconociendo en la calle.
Tal fue el éxito del espectáculo ¡que tuvieron su propia sección en Billiken! Hablamos con la protagonista de esta historia sobre su experiencia y realizamos un viaje al pasado para conocer cómo fue aparecer en la revista.
Annie era una niña de 11 años, de rulitos pelirrojos, al igual que Noelia. La protagonista del musical era huérfana y vivía en un orfanato. No se conocía el destino de sus padres, pero ella nunca perdía la esperanza de encontrarlos. "El corazón de Annie era el optimismo, el encontrar algo positivo todos los días. Era, del grupo de las huerfanitas, la del medio. Era la más confiada, la líder, la que realmente tenía un espíritu de de conducción dentro del grupo, pero desde un lugar de muchísimo amor, muchísimo sentido del compañerismo. Para mi, es como un símbolo de fuerza, de resiliencia y generosidad", recordó Noelia.
En aquel entonces, existían solamente cinco canales de aire. Pinky, una figura del espectáculo, anunció en Canal 9 que estaban buscando a la Annie argentina y que realizarían un casting abierto al público.
2.000 niñas se presentaron a las audiciones con la esperanza de interpretar al entrañable personaje. La selección duró varios días y Noelia casi pierde la paciencia: "Mi turno nunca llegaba. Recuerdo que repartían unos numeritos. Había dos talonarios, el A y el B. Yo tenía el 167 B amarillo. Los dos primeros días no aguanté, me volví a mi casa, pero el tercer día, un señor de la puerta nos dijo que tengamos paciencia, porque se estaban yendo muchas nenas. Volvimos a entrar y ahí me llamaron", contó.
Cuando subió al escenario, cantó la misma canción que todas. Al terminar, le pidieron lo que hasta el momento no le habían solicitado a ninguna otra: que entonara otra canción.
En la casa Noto, siempre se escuchó mucha música, de todo tipo. Cuando Noelia escuchó la nueva melodía, se dio cuenta de que la conocía: pertenecía a un cassette de una comedia musical en inglés, que el papá le había traído de Estados Unidos. Era el destino.
"Yo me había aprendido de memoria esas canciones, en inglés inventado. Cuando empecé a escuchar los acordes en el piano, encajé en la métrica la letra en español. Ahí se quedaron todos súper sorprendidos, como si yo fuera una extraterrestre, porque esa canción no estaba difundida acá". En ese momento, Pinky subió al escenario y le dijo que si pasaba la prueba de actuación y de danza sería Annie.
De las 2.000 nenas iniciales, fueron seleccionadas 28, de donde salió el casting para el musical, que estuvo en cartel durante todo un año. "Además de la obra, nos presentábamos en distintos programas, para cantar canciones de María Elena Walsh, por ejemplo, o desfilábamos ropa para chicos. En ese momento de furor, Billiken nos convocó para tener nuestra propia sección", dijo.
En aquella época, Noelia era fanática de Billiken. "A mí me encantaba porque era mi revista. La que compraban también todas mis compañeritas del colegio. Me acuerdo de que leía La pequeña Lulú. Además salían unas recetitas, y para mi que me gustaba mucho cocinar, era espectacular" - recordó y continuó - "En la tele solo dos canales pasaban los dibujitos lindos y las revistas eran la forma que teníamos de entretenernos. La terminábamos y al ratito ya la volvías a empezar. Las recortábamos, las desarmábamos, hacíamos las actividades que nos planteaban".
Para ella, salir del escenario, que era algo que requería otra responsabilidad, porque su personaje estaba dos horas y media actuando "estaba buenísimo". "Era juego absoluto, junto a mis compañeras de elenco, y además aparecías en la revista que tanto amabas. Era un combo súper lindo", relató a Billiken.
"Nosotros no teníamos que sacar fotos para la sección, haciendo manualidades... Una vez fuimos a la República de los Niños. Era toda una aventura. Creo que en aquel entonces teníamos una capacidad de juego que hoy ya no es igual, en la era digital y de las pantallas", reflexionó.
Ser actriz no era su sueño. Noelia se describió como una niña bastante tímida que tenía vergüenza hasta de pensar en subirse a un escenario. "Fue idea de mi mamá que empezara a hacer castings. Con el tiempo nos enteramos de que era ella la que quería ser actriz. Evidentemente yo tenía aptitudes, porque si no, mi carrera no hubiese avanzado".
Los otros alumnos del colegio, al salir al recreo, le regalaban sus meriendas, le hacían dibujitos y le pedían autógrafos. "Yo respondía siempre con una sonrisa porque sentía que era mi responsabilidad, pero no me gustaba eso, yo quería ser una nena normal". Aún así, tiene el mejor recuerdo de sus fans.
En su memoria todavía están las tantísimas cartas que le llegaban y que ella respondía. "Era muy lindo saber qué era lo que provocaba el fenómeno Annie. Los otros chicos tenían una adoración hacia mi persona porque estaban idealizando al personaje", dijo Noelia en conversación con el sitio.
Inmediatamente después del final de Annie, comenzó a trabajar en Pelito y después en Clave de Sol. Más adelante, continuó su carrera en España, donde tuvo que volver a empezar. Participó de cortos, publicidades y éxitos como Vis a vis o HIT.
Actualmente, vive su vida entre Europa y Argentina y buscará volver a abrirse camino en la industria local con proyectos que en breve pondrá en marcha.
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