En uno de los momentos más difíciles de su vida, un andinista mendocino encontró un perro que lo sacó adelante
En 2011, el andinista Nacho Lucero quedó internado tras sufrir un infarto que, luego, derivó en un ACV. Varias semanas después, regresó a su casa. Sin embargo, ya no era el mismo: tenía movilidad reducida, debía realizar tratamientos y no sabía si volvería a escalar alguna vez.
Al llegar a la puerta de su domicilio, se encontró con un perro al que no tardó en querer. Lo adoptó y le puso Oro por el color de su pelaje. Aunque no era un perro de montaña, era el compañero ideal para acompañarlo durante su recuperación. Inmediatamente entraron en confianza y, su nueva mascota, lo ayudó a tomar la medicación e incluso a caminar.
Al notar las condiciones de Oro, decidió entrenarlo como un perro guía pero, con una particularidad: que sea de montaña. En 2014, absolutamente recuperado, Lucero retornó a su trabajo y consiguió que su amigo canino fuera habilitado como "perro de asistencia". De esta forma, comenzaron una nueva aventura y acompañaron a miles de turistas durante sus recorridos. Ya en 2016, ambos escalaron el Aconcagua juntos. Hasta 2019, lo hicieron otras tres veces más.
La popularidad del perro fue tal que se transformó en un compañero célebre y, al fallecer en noviembre de 2020, fue sepultado en el cementerio de los andinistas, ubicado dentro del Parque Provincial Aconcagua.
Cada 7 de mayo se celebran y conmemoran fechas que marcaron un antes y un…
La capital más profunda del mundo es Bakú, la capital de Azerbaiyán. Se extiende a lo…
Como sabemos, la vida de los grandes carnívoros y herbívoros que habitaron nuestro planeta se…
El segundo río más largo de Sudamérica nace en Brasil y cruza otros dos países…
El punto más profundo del océano Atlántico es conocido como “fosa de Puerto Rico” y…
La bandera de Nepal es totalmente diferente a los estandartes de los demás países. Es…