El barrio de Caballito está ubicado en el medio de la Ciudad de Buenos Aires. Alberga dentro de sí el centro geográfico de la misma-aunque, a pesar de lo que muchos creen, este no está en el punto exacto donde se erige el Cid Campeador-.
Sin duda, el barrio porta un nombre que se distingue fácilmente de los demás. No parece referir a ningún acontecimiento histórico, tampoco a algún prócer nacional. Billiken te explica el origen de su nombre.
El origen del nombre
El origen del nombre "Caballito" tiene su origen en una pulpería inaugurada en 1821 por Don Nicolás Vila en la esquina de las actuales calles Emilio Mitre y Avenida Rivadavia. El comercio era particularmente famoso por una veleta que tenía en su puerta principal, dando a la calle, con forma de caballo.
A partir de la creación de la pulpería, los comensales y visitantes empezaron a usar el cartel con forma de caballo a modo de referencia geográfica. Poco tiempo después, el nombre de "Caballito" se terminaría institucionalizando y difundiendo por toda la comunidad.
Su aniversario o "cumpleaños" del barrio está estrechamente ligada con la icónica pulpería. La fecha es el 15 de febrero, en honor a aquél día de 1821 en el que don Nicolás Vila compró un terreno a don Juan Antonio Avalos para luego fundar el comercio.
¿Dónde se puede visitar la veleta de Caballito?
La veleta estuvo, desde 1923, casi todo un siglo a disposición de quién hubiera querido verla en el Museo Histórico de Luján.
El miércoles 17 de febrero de 2021, sin embargo, se mudó a su lugar de nacimiento.Fue recibida en el Museo Perlotti por las autoridades comunales y vecinos, y al día de hoy sigue galopando por ahí.
También se puede visitar el lugar donde estuvo originalmente. En la esquina que algún día fue su primera ubicación hay una placa que la recuerda.
Además, hay zonas del barrio que actualmente tienen réplicas de la veleta, por ejemplo las casas ubicadas sobre la calle Arengreen -entre Paysandú y Amberes- o la que decora la Plaza Primera Junta. Esta última es sumamente singular, ya que es obra de los escultores Luis Perlotti y Juan Carlos Ferraro.