La horticultura es, en palabras sencillas, la "ciencia de las huertas", ya que reúne todas las actividades que involucren el cultivo de huertas. Según el país, puede incluir el cultivo de flores y frutas, pero en general se limita sólo al cultivo de hortalizas para consumo humano.
Además de reunir los conocimientos y técnicas necesarios para el cultivo de huertas, también incluye los desarrollos tecnológicos y las distintas etapas de producción de los campos sembrados. Sin embargo, un horticultor puede ser aquel que trabaje en grandes sembradíos como el que tenga un pequeño jardín en su hogar.
¿Cuál es la importancia de la horticultura?
La horticultura es una ciencia fundamental, cuyos beneficios cubren una gran cantidad de aspectos necesarios para el desarrollo de la vida en el planeta. Entre ellos, están:
- El entendimiento los procesos naturales del suelo, además del ciclo natural de las distintas plantas.
- El aprovechamiento de las cosechas.
- Una alimentación saludable, basada en los productos naturales que crecen de la tierra.
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Para ello, el horticultor debe tener en cuenta una serie de factores que le permitan conocer qué es posible plantar, en qué suelo y cómo hacerlo con los recursos disponibles.
¿Con quiénes puede trabajar un horticultor?
La horticultura, al igual que sucede con todas las ciencias, no está aislada de las demás. Según el ámbito geográfico en el que nos encontremos, también puede abarcar campos de conocimiento como:
- Floricultura (flores).
- Olericultura (hortalizas de hoja, raíz, tubérculo o fruto).
- Fruticultura (el cultivo de frutas).
Si un horticultor quisiera expandir su formación, podría complementarla con estudios en biología, botánica, química, genética e incluso estadística. Sin embargo, lo más común es que en los campos de cultivo trabajen profesionales de distintas áreas que se complementen entre sí.