La Huella de carbono (HC) es un instrumento que permite medir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), liberadas a la atmósfera por los consumos directos e indirectos de materiales y energía, por un individuo, organización, evento o producto. Estos generan emisiones de dióxido de carbono (CO₂).
El término fue utilizado por primera vez por la empresa petrolera British Petroleum, que creó la primera calculadora en línea de huellas de carbono en 2004. Ellos mismos popularizaron el concepto mediante una gran campaña publicitaria en el 2005.
¿Qué es el efecto invernadero?
El efecto invernadero sucede cuando, debido a la presencia de gases, mayormente dióxido de carbono producido por las combustiones industriales y otras actividades. Estos generan una capa que evita que se disipe la radiación calorífica, ocasionando un aumento de la temperatura de la atmósfera próxima a la corteza terrestre.
¿Por qué se mide la Huella de carbono?
La huella de carbono se mide en gramos de dióxido de carbono equivalentes (gCO2eq). Así se puede cuantificar el impacto ambiental de todos los gases de efecto invernadero de una manera homogénea.
Como la huella de carbono se utiliza para medir cuánto contribuye una actividad al calentamiento global, es importante que este valor englobe a todos los gases de efecto invernadero. Sino estaríamos haciendo un cálculo incompleto.
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Existen distintos gases de efecto invernadero. Aquellos que tienen una mayor presencia en la atmósfera son:
- Dióxido de carbono (CO2).
- Metano (CH4).
- Óxido nitroso (N2O).
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La Huella de carbono no solo la producen las empresas. Muchos las actividades diarias de las personas también contribuyen a este proceso: viajar en auto o avión, cargar el celular y usar el lavarropas son solo algunos ejemplos.