Las manchas oscuras en la Luna, a menudo llamadas "mares" o "mares lunares", en realidad no contienen agua. La elección del término "mares" para describir estas áreas proviene de su apariencia superficial, que en algunos casos puede parecerse a cuerpos de agua como océanos o mares.
¿Cómo se formaron esas manchas?
Los mares lunares son áreas planas y relativamente oscuras en la superficie lunar que están formadas principalmente por lava basáltica solidificada. Se trata en realidad de llanuras volcánicas creadas por la actividad volcánica que ocurrió en la Luna hace miles de millones de años. Durante esta actividad, el magma ascendió desde el interior de la Luna y llenó cráteres y depresiones, creando superficies planas y oscuras que luego se solidificaron en la característica apariencia que vemos hoy.
Otro motivo por el cual no hay agua en la luna tiene que ver con la falta de atmósfera y las temperaturas extremas. Esto resulta en que en la superficie de la Luna, el agua no pueda existir en forma líquida.
Entonces, aunque el término "mares" puede parecer un poco engañoso, se utiliza en el contexto lunar debido a la apariencia similar a la de los cuerpos de agua y la historia de su formación volcánica, en lugar de indicar la presencia actual de agua líquida.
Algunas características de la Luna
- Superficie craterizada: La Luna tiene una superficie con una gran presencia de cráteres debido al impacto de meteoritos y otros cuerpos celestes a lo largo de miles de millones de años.
- Fases lunares: Asimismo, el principal satélite de la Tierra exhibe diferentes fases a medida que orbita alrededor de nuestro planeta. Esto se relaciona con la forma en que la luz del Sol ilumina su superficie. Estas fases, que incluyen la Luna nueva, creciente, llena y menguante, son observables desde la Tierra y son el resultado de la posición relativa de la Tierra, la Luna y el Sol.
- Ausencia de atmósfera: A diferencia de la Tierra, la Luna carece de una atmósfera significativa. Esto significa que no hay aire para dispersar la luz solar ni para retener el calor, lo que resulta en una gran variación de temperaturas entre el día y la noche lunar.
- Sincronización Tidal: La rotación de la Luna está sincronizada con su órbita alrededor de la Tierra, lo que significa que siempre muestra la misma cara hacia nuestro planeta. Esto se debe a la acción de las fuerzas de marea que han causado una desaceleración gradual en su rotación a lo largo de millones de años.