Joaquín Salvador Lavado, mayormente conocido como Quino, nació el 17 de julio de 1932 en Mendoza y se convirtió en uno de los humoristas gráficos más reconocidos a través de su célebre Mafalda.
Lo llamaron Quino desde pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín, quien fue el que despertó su vocación de dibujante a una edad muy temprana. Quiso enseguida ser viñetista. Lo decidió de niño, con tres años, cuando un tío suyo, diseñador gráfico, por entretenerle a él y a sus hermanos empezó a hacerles dibujos. Quedó maravillado con todas las cosas que podían salir de un lápiz.
En 1945 tras la muerte de su madre, empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Su padre murió poco después, cuando Quino tenía diecisiete años.
Posteriormente, abandonó la escuela con la intención de convertirse en autor de historietas cómicas y pronto vendió su primera obra. Intentó encontrar trabajo en distintas editoriales porteñas, pero no tuvo éxito. En 1954 se estableció en Buenos Aires.
Sus comienzos
Su primera página de humor fue publicada por el semanario Esto Es, pero luego publicó en muchos otros medios, entro los que se destacan: Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, el diario Democracia, entre otros.
Mafalda
También se dedicó a hacer dibujos publicitarios. Un trabajo inicial de ese tipo lo condujo a crear a Mafalda en 1963: a Quino le encargaron una publicidad que consistía en tiras cómicas para los diarios en las que se mostrara en dibujos la vida de una familia que utilizaba los electrodomésticos Mansfield. Y de esa secuencia fonética surgió el nombre de Mafalda.
Los periódicos rechazaron aquella publicidad, porque se confundía con los contenidos propios, y los personajes creados por Quino tuvieron que esperar otro momento para surgir. En 1964, ya sin propósito comercial, los volvió a la luz y así surgió en el periódico porteño Primera plana la tira de más éxito de la historia en lengua española, que después se publicaría en diarios de todo el mundo.
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Los libros que recogían aquellas escenas venderían millones de ejemplares y serían traducidos al francés, al inglés, al japonés, al chino. En total fueron traducidas a más de 30 idiomas.
Luego de nueve años, en 1973, y tras haber realizado 1.928 tiras después de su creación, Quino decidió que ya no dibujaría más a Mafalda, según él mismo por agotársele las ideas. Empezó entonces una obra más ambiciosa aún, con dibujos minuciosos, detallistas, igualmente brillantes, que mostraban a menudo la opresión de los poderosos y la mirada inteligente del pisoteado.
Pese a los ruegos, súplicas y millonarias propuestas que recibió para que Mafalda vuelva a la vida, siempre se negó a hacerlo (salvo para alguna causa social como Unicef o la Liga para la Salud Mundial).
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Ultimos tiempos
Con la salud deteriorada, en 2006 dejó de dibujar regularmente.
Luego de la muerte en 2017 de su compañera de vida, Alicia Colombo, dejó Buenos Aires y regresó a su Mendoza natal, siempre atendido por familiares cercanos y amigos.
Quino falleció el 30 de septiembre de 2020 a los 88 años, un día después de haberse cumplido cincuenta y seis años de la primera publicación de su tira más emblemática, Mafalda.