Pocas cosas nos hacen pasar las olas de calor de la mejor manera posible. Una de ellas es el famoso palito de helado, que se consigue en cualquier kiosco, almacén o supermercado, más fácil que un helado artesanal.
En su simpleza radica lo maravilloso de este invento, que tiene un origen muy curioso. En Argentina se popularizó gracias a los distintos sabores y al canto de "¡hay palito, bombón, helado!" que los vendedores exclaman desde tiempos remotos.
Sin embargo, quizás para sorpresa de muchos, el palito de helado lo inventó Frank Epperson, un niño de California, Estados Unidos.
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¿En qué año se inventó el palito de helado?
A pesar de que pueda parecer un invento reciente, el palito de helado tiene casi 120 años de existencia. Según cuenta la historia, Frank Epperson había mezclado dos componentes en un vaso con un palito de madera:
- Jugo azucarado en polvo.
- Agua.
Esa noche de 1905 se lo olvidó en el patio y por la baja temperatura se congeló. Así lo encontró al día siguiente, y por la curiosidad que caracteriza a los niños, probó ese "helado" sin dudar.
¿Cuándo se popularizó el invento de Frank Epperson?
Inmediatamente, por lo azucarado y el sabor a fruta, Frank Epperson empezó a venderlo en su barrio. Quizás reticentes al principio, los distintos vecinos y vecinas se fueron familiarizando con el palito de helado en la calurosa California, que Frank vendía con el nombre de "Epsicle":
- "Ep" por las primeras dos letras de su apellido, Epperson.
- "Sicle" por "icicle", que significa carámbano de hielo en inglés.
Entre 1923 y 1924, Epperson patentó su descubrimiento dado el potencial que vio en él. Lo hizo bajo el lema: "un dulce congelado de aspecto atractivo, que puede consumirse cómodamente sin contaminarse por contacto con la mano y sin necesidad de plato, cuchara, tenedor u otro utensilio".
Otra cosa que descubrió Frank Epperson fue vital para el palito de helado: va a tener el mejor sabor posible cuando el palito sea de madera. En esos mismos años, comenzó a venderlo en el parque de diversiones Playa Neptuno con el nombre de Popsicle.
Tristemente, a los pocos años tuvo que vender las acciones de su compañía a otro empresario por problemas económicos. Sin embargo, siempre vamos a agradecerle por haber creado una de las mejores cosas del verano: el palito de helado.
