Entre una de las cosas más difíciles al emigrar se encuentra el desarraigo. Miles de argentinos dejan sus hogares para probar suerte en el exterior, sin embargo el cariño por nuestras costumbres y tradiciones no es fácil de dejar atrás. En Miami se ubica Argentina MIA, una escuela con impronta argentina que busca conservar dichas costumbres y transmitirlas a los niños. A la misma concurren más de 30 estudiantes, descendientes de argentinos, a quienes, entre muchas actividades, se les enseña español.
Todo comenzó cuando Silvia Rech, una docente argentina, se mudó a Estados Unidos tiempo después de jubilarse. Su vocación por la docencia y su amor por sus raíces la inspiraron en su proyecto. Fue así que surgió la Escuela Argentina MIA en 2019, ubicada en Miami, Florida. Dicha institución se encuentra dentro del programa de escuelas argentinas en el exterior del Ministerio de Educación de la Nación. Esta es la única en el estado de Florida pero la sexta en el mundo: las otras cinco se encuentran en Washington, Los Ángeles, Greenwich, Nueva York y París.
Cómo es la Escuela MIA
Esta institución se propone como un lugar donde los niños se acerquen a sus raíces y las familias se integren en la cultura argentina mediante la participación activa de toda la comunidad educativa. Funciona como una organización sin fines de lucro que recibe aportes de la cuota mensual que pagan sus alumnos, además de donaciones.
“Los alumnos asisten una vez por semana -los días sábado-, y se les enseña el idioma español y la cultura de nuestro país. Tienen materias de ciencias sociales, que incluyen historia, geografía y formación ciudadana, con el arte como eje transversal. En todas las clases los chicos desarrollan cosas con el arte; a veces, es el comienzo de una clase y otras, el refuerzo”, contó Silvia Rech, directora académica, a La Nación.
Las docentes reciben a los estudiantes con guardapolvo blanco, se les enseña malambo en los actos patrios, se canta Aurora al izar la bandera, entre otras actividades. También se cuenta con talleres de cocina, donde los chicos cocinan y prueban comidas típicas como los tradicionales pastelitos, y chipá.
“La parte de la experiencia directa con la realidad, con explorar, con jugar, se pierde en la escuela americana por darles otros contenidos. La escuela argentina busca justamente darles esto del juego que los chicos criados acá no lo tienen”, contó a LN María Alejandra Vigo, docente de español en la institución.