Se registró en el corazón de la Antártida, el 5 de julio de 2018, a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar y en 100 lugares al mismo tiempo.
La temperatura más baja de la historia que se ha registrado en la Tierra fue de -98,6ºC. El increíble evento climático tuvo lugar en 100 sectores de la Antártida al mismo tiempo, el 5 de julio de 2018.
A pesar de que la cifra es sorprendente, el frío extremo en este punto del planeta es muy frecuente y es por eso que los dos récords anteriores también se situaron casi en el mismo lugar que el actual.
Y si bien los satélites no han registrado un valor aún más cercano a los 100 grados bajo cero en los últimos cuatro años, los científicos no descartan la posibilidad de que suceda en pocos años.
No hay dudas de que el frío es una constante en la Antártida y es imposible averiguar si hace miles de años hubo un registro inferior a los -98,6ºC.
Sin embargo, desde que la tecnología avanzó y profesionales de todo el mundo se han puesto a investigar este fenómeno, el continente “blanco” ha sido escenario de múltiples récords.
Tal es así que antes del actual, los dos registros históricos de temperatura más baja de la historia también tuvieron lugar en pleno invierno antártico.
El primero se presentó en la base rusa de Vostok, el 21 de julio de 1983, cuando el termómetro sorprendió al mundo luego de alcanzar los -89,2ºC.
Luego, hubo que esperar 27 años, hasta el 10 de agosto de 2010, para que la naturaleza decida establecer un nuevo récord en el planeta: -93,2ºC.
Y, casi 8 años después, cuando el mundo imaginaba que nunca más se volvería a superar el valor histórico, llegó la jornada del 5 de julio de 2018 y sus -98,6ºC.
A pesar de que muchas personas solo piensan en la cifra, los científicos son los primeros en aprovechar estas situaciones para estudiar las condiciones que provocan un frío tan intenso.
Por lo tanto, luego de analizar casos antiguos con el récord actual y hasta con predicciones sobre escenarios futuros, confirman que la Antártida llegó a -98,6ºC porque:
Ante la presencia de temperaturas tan bajas en la Tierra, es común preguntarse si el cuerpo humano está preparado para tolerar tanto frío. Y la respuesta es muy simple: No.
Según estudios realizados en todo el mundo, cualquier persona que pase más de 30 minutos al aire libre, expuesta a temperaturas de -40ºC o menos, puede perder la vida si no toma las precauciones necesarias.
Es decir, a partir de que el termómetro desciende a estos valores, los ojos empiezan a llorar y el pelo, la nariz y la boca tienden a congelarse.
Además, si no se cuenta con la protección adecuada, el simple acto de respirar por la nariz a temperaturas tan bajas se vuelve imposible y, al internarlo por la boca, se pueden lastimar los pulmones.
Entonces, si bien el récord histórico fue registrado por un satélite y no había nadie en el sitio que alcanzó -98,6ºC, nadie habría resistido más de 2 minutos a esa exposición, sin importar la ropa especializada y el equipo polar que tenga puesto.
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