Buenos Aires es una ciudad cosmopolita y ecléctica. Así como son muchas las personas que viven en la gran ciudad, también sos varios los misterios que encierran sus calles y edificios más emblemáticos. Misterios que se han convertido en verdaderas leyendas urbanas. Vamos a conocer tres de ellas.
El taxi fantasma de la Chacarita
El cementario de la Chacarita fue creado en el marco de la epidemia de fiebre amarilla que soló la ciudad en el año 1871. Su nombre original fue Cementerio del Oeste y es el más grande de la ciudad. En sus 95 hectáreas de terreno se encuentran calles, bóvedas, panteones, jardines e inmensas galerías subterráneas.
En el año 1978 los diarios publicaron la extraña noticia de una mujer encontrada muerta sobre la tumba de su madre en este cementerio. Aparentemente, según se cuenta en el libro "Buenos Aires es leyenda", de Guillermo Barrantes y Víctor Coviello, existe una leyenda sobre un “taxi de la muerte”, un raro vehículo que me mezcla en la fila de taxis a la salida del cementerio. Cuenta la historia que toda persona que sube a ese taxi comienza a sentir un frío extraño que invade el cuerpo. Y una vez muerto el pasajero, el taxi lo lleva al lugar donde se subió originariamente: al cementerio. En teoría entonces, la mujer de la noticia se había subido a ese taxi.
La fiesta eterna
En el barrio de Villa del Parque se encuentra un edificio denominado “Palacio de los bichos”, debido a las gárgolas que estaban en su fachada. Este lugar encierra una historia trágica que dio lugar a uno de los tantos misterios que rondan a Buenos Aires.
Este palacio fue construido en el año 1910 por un italiano llamado Rafael Giordano, quien se lo regaló a su hija y su yerno con motivo de su boda, que se celebró allí mismo en abril de 1911. La fiesta resultó maravillosa y todos los invitados disfrutaron de una velada llena de música y alegría. Al finalizar, el flamante matrimonio partió hacia la luna de miel en su vehículo. Sin embargo, al atravesar las vías del ferrocarril, un tren apareció de improviso y atropelló a la pareja.
El padre mandó a cerrar el edificio pero la leyenda cuenta que los vecinos ven personas que bailan y escuchan música que sale de las paredes del palacio abandonado.
Un laberinto sin salida
Las calles de Parque Chas, el barrio ubicado entre Agronomía, La Paternal y Villa Ortúzar, encierran un misterio en su extraño trazado circular. Específicamente, en la manzana ubicada entre las calles Berna, Marsella, La Haya y Ginebra. Según la leyenda, cualquier persona que se anime a dar la vuelta completa aparecerá en cualquier otro lugar del barrio, menos en el que debería.
Cuenta la historia que en 1957 un grupo de exploradores franceses aceptaron el desafío y, luego de intentarlo, aparecieron en Villa Urquiza, un barrio ubicado a 3 kilómetros. Otra vez, unos urbanistas catalanes formaron dos equipos y caminaron en dirección opuesta con la idea de que se encontrarían en la mitad. No fue así: después de unos largos minutos, uno de los grupos apareció caminando detrás del otro.
La leyenda nació gracias a un cuento del escritor Alejandro Dolina quien, al hablar del complejo trazado de las calles de Parque Chas, sentencia: “En realidad, conviene no acercarse a Parque Chas”.