La invención en 1960 de la quimioterapia, es decir, el uso de productos químicos para combatir los tumores, hizo que aumentaran las tasas de supervivencia en algunos tipos de cáncer, como el linfoma de Hodgkin. Ese tratamiento fue desarrollado por el médico estadounidense Vincent DeVita, quien en una conversación con la BBC aseguró que comenzó su investigación en el tema para evitar ir a la guerra de Vietnam. “Estaba la guerra y los médicos estaban siendo reclutados. Tu otra alternativa era ir a trabajar al Servicio de Salud Pública en uno de los institutos, donde podías dedicarte a la investigación. Sonaba como una alternativa mucho mejor que ir a Vietnam”, dijo el médico.
Vincent DeVita y el desarrollo de la quimioterapia
En 1963 DeVita entró al Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). En ese momento, el principal tratamiento para esa enfermedad era la extirpación de tumores a través de la cirugía. Usar productos químicos para combatir el cáncer no era bien visto. “Era más que escepticismo, directamente había hostilidad hacia la idea de que podías curar el cáncer metastásico usando drogas. Se consideraba una locura”, dijo DeVita a la BBC. Sin embargo, la idea de usar drogas para combatir el cáncer había surgido antes. “A comienzos del año 1900 había un químico alemán que probaba drogas en laboratorios y hubo mucha gente que investigó drogas para entender cómo actuaban, pero nunca se armaron programas clínicos”, explicó el médico.
Cuando DeVita comenzó sus investigaciones, la creencia médica general era que usar un producto químico para atacar al cáncer era demasiado tóxico como para beneficiar a los pacientes. No obstante, él y su colega del NCI, Jack Moxley, decidieron probar una táctica nueva: en vez de usar una droga, querían combinar cuatro diferentes para tratar de matar las células cancerígenas desde cuatro ángulos diferentes. Para que las instituciones de medicina creyeran en ese tratamiento, ambos realizaron una investigación que mostraba que la quimioterapia se estaba usando con cierto éxito para tratar la leucemia, el cáncer de los glóbulos blancos en la sangre. “Dijimos: si puede ser usado para la leucemia, podríamos probarlo con otros tipos de tumores, haciendo ciertos ajustes”, aseguró DeVita.
Los primeros tratamientos con quimioterapia
A pesar de que muchos los trataron de locos, DeVita y Moxley desarrollaron un protocolo para tratar con una combinación de drogas el linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta al sistema linfático y que en los ‘60 mataba a nueve de cada diez personas que lo padecían.
Los primeros pacientes en los que se probó el nuevo tratamiento eran voluntarios que se habían acercado al NCI tras recibir la noticia de que tenían cáncer. Los médicos incluyeron en su estudio a catorce pacientes y el ochenta por ciento de ellos respondió favorablemente al tratamiento y su cáncer desapareció. Aunque en la mayoría de los casos el tumor volvió unos meses más tarde, los investigadores sabían que habían creado algo revolucionario.
Después de seguir el progreso de muchos pacientes durante cuatro años, en 1967 DeVita presentó los resultados de su trabajo para demostrar a la comunidad científica que era posible lograr la remisión total del cáncer con drogas. La respuesta inicial fue incredulidad, pero cuando salió publicado su estudio en 1971, se convirtió en el informe científico más citado en la historia de la medicina clínica. Hoy se lo conoce como el “Protocolo MOPP”, un acrónimo de las iniciales de las cuatro drogas que se usan en la combinación: mecloretamina, oncovin, procarbazina y prednisona. Actualmente, gracias a la quimioterapia, siete de cada diez personas que padecen el linfoma de Hodgkin sobreviven.
Vincent DeVita, presidente del NCI
DeVita fue nombrado presidente del NCI en 1980 y estableció los primeros objetivos para reducir las muertes por cáncer en Estados Unidos. Él mismo sobrevivió a un cáncer de próstata y en 2015, tras una carrera de medio siglo, publicó el libro “The death of cancer” (“La muerte del cáncer”), donde explica por qué está convencido de que es posible ganar la guerra contra esta enfermedad.
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