De todas las obras que el arquitecto argentino Francisco Salamone realizó en diversos puntos de la provincia de Buenos Aires, entre el cierre de la década de 1930 y el inicio de la de 1940, una de las más sorprendentes es el portal del Cementerio de Azul.
Emplazado a pocas cuadras del centro de la ciudad, en la intersección de las calles Sarmiento y República del Líbano, esta obra de hormigón, que impone por su altura y diseño, sorprende a turistas de todo el mundo.
Y, a pesar de tener casi 90 años de antigüedad, este portal se mantiene en perfecto estado.
¿En qué año se inauguró el portal del Cementerio de Azul?
Desde su inauguración y hasta mediados de 1937, el Cementerio de Azul tuvo un aspecto muy similar a los que se encuentran en localidades cercanas de la provincia de Buenos Aires.
Pero todo cambió a partir del año mencionado, cuando el ingeniero arquitecto Francisco Salamone aceptó el trabajo de renovar la fachada del lugar y crear un portal de ingreso.
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Fiel a su estilo, amado por muchos y criticado por otros, Salamone dirigió la obra, que rápidamente se inauguró en 1938. Al finalizar el trabajo, la estructura de hormigón, de 23 metros de alto y 43 metros de ancho, se estrenó con su:
- Figura del Arcángel San Miguel, que tiene 5,50 metros de alto, sostiene una espada y tiene un aspecto de vigilancia. Esta pieza de arte fue obra del escultor Santiago José Chierico.
- Cartel tridimensional de R.I.P (Requiescat in pace).
¿Qué otros trabajos realizó Francisco Salamone en este lugar de la ciudad?
Está claro que el trabajo de Salamone más sorprendente del Cementerio de Azul es el portal que, según muchos turistas que lo conocieron, intimida con su aspecto y su magnitud.
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Pero, por otro lado, no hay que olvidar que el arquitecto argentino también se encargó de diseñar las galerías, el oratorio, el crematorio y las oficinas administrativas del establecimiento.
