El español que hablamos hoy en día los argentinos no surgió de la nada. Por el contrario, el amplio vocabulario que usamos en la actualidad fue —y sigue siendo— un largo proceso atravesado por la mezcla cultural y en el cual estuvieron involucrados diversos factores. Es el caso de muchísimas palabras, entre ellas “cháchara”.
La semilla de nuestro idioma actual fue sembrada por los conquistadores españoles, cuya lengua se procesó junto a aquellas nativas y, cientos de años y varios flujos inmigratorios después, derivó en el español que hablamos hoy los argentinos. Este, lejos de ser algo homogéneo, sigue teniendo rasgos distintivos según la región y el área. Veamos el caso de cháchara.
¿De dónde viene la palabra?
“Cháchara” en español viene de la palabra italiana chiacchiera, la cual refiere a una conversación prolongada que se lleva a cabo con fines generalmente malévolos.
También te puede interesar: "Kiosco": ¿cuál es el origen de la palabra y qué significa?
En Argentina, “cháchara” tiene dos significados. Si bien siempre refiere a una conversación, el primer significado lo define como una conversación frívola; el segundo, por su parte, indica que la cháchara es la “abundancia de palabras inútiles”, es decir, el acto de hablar por hablar y hacerlo hasta por los codos.
¿Quién popularizó la frase “basta de cháchara” en Argentina?
La frase “basta de cháchara” se populariza en Argentina durante el primer debate electoral televisivo. Este fue transmitido en vivo por los canales 7 y 13 de Buenos Aires en forma simultánea a todo el país el 15 de noviembre de 1984, apenas un año después del retorno de la democracia.
El evento estuvo protagonizado por el entonces Canciller argentino Dante Caputo y el Senador por Catamarca Vicente Leonidas Saadi. Contó con la conducción en forma de moderador del periodista Bernardo Neustadt.
También te puede interesar: "Ladran Sancho, señal de que cabalgamos": ¿quién dijo realmente esta frase?
El debate llamó la atención no solo por lo novedoso del formato, sino también por la actitud de uno de los personajes principales. El senador Saadi se la pasó interrumpiendo con gritos y no logró respetar los tiempos y mecanismos convenidos. En el proceso, acuñó dos frases que quedarían por mucho tiempo en boca de la población argentina: “irse por las nubes de Ubeda” y “basta de cháchara”.