El Dodge Polara es un nombre que resuena con fuerza en el corazón de los amantes de los autos clásicos en Argentina. Producido localmente por la empresa Chrysler-Fevre Argentina S.A. (más tarde adquirida por Volkswagen), este vehículo de gran porte se estrenó en 1968 y rápidamente se estableció como un sedán de alta gama, sinónimo de confort, potencia y fiabilidad.
Formando parte de la icónica "Línea F", el Polara se destacó por su diseño robusto y musculoso, característico de los autos estadounidenses de esa época. Era un vehículo pensado para grandes distancias, ideal para la familia que buscaba comodidad y un motor capaz de responder en las largas rutas de nuestro país.
Dodge Polara: el poder del motor Slant Six y su legado

La clave del éxito y la fama del Dodge Polara en Argentina residía bajo el capó. La mayoría de las versiones contaban con el legendario motor Slant Six (Seis Cilindros Inclinado), un motor de 3.687 centímetros cúbicos conocido por su inclinación de 30 grados. Esta particularidad no solo permitía un perfil más bajo del capó, sino que también era famoso por su durabilidad y su potencia.
El motor Slant Six era prácticamente indestructible y ofrecía un desempeño en ruta que lo hacía muy competitivo. Su éxito se midió en las calles: el Polara fue adoptado tanto por familias de clase media alta como por flotas oficiales y, por supuesto, en el mundo de la competición automovilística.
La producción del Dodge Polara se extendió hasta 1980, cuando las operaciones de Chrysler en Argentina fueron adquiridas por Volkswagen. A lo largo de ese período, se vendieron miles de unidades que cimentaron su estatus de clásico nacional.
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Modelos clave

- Dodge Polara: el modelo base sedán, enfocado en el confort familiar.
- Dodge Polara Coupé RT: la versión deportiva de dos puertas (posterior), con un motor aún más potente, ideal para el Turismo Carretera (TC).
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Diseño inolvidable y curiosidades del Dodge Polara

Además de su motor robusto, el Dodge Polara era un auto grande. Sus generosas medidas (más de 5 metros de largo, según versiones) y su espacioso interior lo convertían en una "nave" para viajar. Sus versiones se distinguieron con faros dobles y líneas que le daban una presencia imponente en el tráfico.
El Polara no solo fue un vehículo de uso particular. Su confiabilidad y tamaño lo hicieron muy popular en otros ámbitos:
- Fuerza en el TC: el motor Slant Six fue una base fundamental para desarrollar los autos de competición que brillaron en el Turismo Carretera (TC), dando origen a una de las "cuatro marcas" más icónicas de la categoría.
- Taxis imponentes: durante años, el Polara fue una opción frecuente para los taxis en Buenos Aires y otras grandes ciudades, gracias a su comodidad para los pasajeros y su resistencia mecánica.
- El Polara coupé: la versión de dos puertas se lanzó a principios de los '70 y es considerada hoy una de las muscle cars argentinas por excelencia, buscada por coleccionistas.
Hoy, encontrar un Dodge Polara en buen estado es un tesoro. Su sonido inconfundible y su diseño nostálgico son una parte irremplazable del patrimonio automotor de nuestro país.