El 9 de julio de 1816 los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata firmaron en Tucumán el Acta de Independencia. Fue un paso histórico que rompió los lazos con el Reino de España y abrió el camino hacia la organización del Estado argentino. Sin embargo, no todas las que hoy son provincias argentinas existían en ese momento.
De hecho, algunas de las que participaron de aquella declaración hoy no son argentinas, y tampoco llegaron a serlo. En total, fueron 13 las provincias que enviaron diputados al Congreso de Tucumán, y representaban lo que hoy son el centro, oeste y norte argentinos.
Las primeras provincias argentinas
De las 13 que participaron del Congreso, 10 se mantienen hoy como provincias argentinas: Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, Santiago del Estero, San Luis y Tucumán. Si bien sus límites se modificaron (algunas se expandieron y otras se acortaron), fueron las que dieron el primer paso hacia la independencia política.
A ellas se sumaron tres provincias que hoy pertenecen a Bolivia: Chichas, Mizque y Charcas, que incluía en ese entonces la región de Tarija. Esos territorios formaban parte del Virreinato del Alto Perú y, aunque compartían vínculos con el Virreinato del Río de la Plata, finalmente se integraron al país vecino.
Unas décadas más tarde, se incorporaron nuevas provincias, en parte gracias a la reorganización política posterior a la caída de Juan Manuel de Rosas. En 1852, se sumaron Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe, que habían formado parte de la Liga de los Pueblos Libres liderada por José Gervasio Artigas. En aquel momento, Misiones todavía estaba unida a Corrientes.
Con la sanción de la Constitución Nacional de 1853, se consolidó un esquema federal, pero muchas regiones del actual territorio argentino todavía no estaban incorporadas formalmente como provincias.
Las provincias argentinas que se sumaron después
Durante varias décadas, el Estado nacional administró directamente grandes extensiones de tierra que estaban habitadas por pueblos originarios. Estos territorios fueron incorporados en forma paulatina, tras campañas militares y políticas de dominio y aniquilación.
Las nuevas provincias surgieron, en su mayoría, entre mediados del siglo XX y principios del XXI (aunque una sola se incorporó hace apenas 35 años, y es la más joven). Entre ellas, están:
- Chaco y La Pampa, en 1951.
- Misiones, en 1953.
- Formosa, Neuquén, Río Negro y Chubut, en 1955.
- Santa Cruz, en 1956.
- Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, en 1990.
Estas provincias fueron primero Territorios Nacionales y se convirtieron en jurisdicciones autónomas a medida que aumentaba la población y se consolidaba la administración estatal.
¿Cómo fue el proceso de formación del estado argentino luego de 1853?
La expansión territorial del Estado argentino no estuvo exenta de conflictos. En muchas regiones, la ocupación de tierras implicó el desplazamiento o exterminio de comunidades indígenas, como mencionamos más arriba. Esto ocurrió especialmente en la Patagonia y en el norte, donde hoy se encuentran Formosa y Chaco.
A partir de campañas como la del Desierto, el gobierno nacional consolidó su control sobre tierras que antes no integraban el país. Pertenecían, en aquel momento, pueblos originarios como los mapuches, tehuelches, wichí o qom, según la región.
